Los principales desafíos de los sistemas alimentarios sostenibles para cambiar el futuro de la migración fue lo que se analizó en la Asamblea, como parte de las actividades que se llevaron a cabo, a propósito del Día Mundial de la Alimentación. Los eventos los organizó el Frente Parlamentario Ecuador Sin Hambre, coordinado por Mauricio Proaño.
En la mañana se desarrolló un foro que abordó los avances académicos y legislativos en cuanto a la soberanía alimentaria. En la tarde se dialogó sobre los sistemas alimentarios sostenibles para tratar la migración. Esta temática la expuso John Preissing, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Explicó que no se puede alcanzar la meta hambre cero en el 2030 sin comprender las conexiones entre la migración, el desarrollo rural y la seguridad alimentaria. El hambre afecta a un 11 % de la población mundial y está en aumento. Entre 2015 y 2016, 38 millones de personas más sufrieron hambre.
Pero, a la FAO no le preocupa solo el hambre, sino también la nutrición. El 22 % de niños menores de cinco años padecen de desnutrición crónica y el 7,7% desnutrición aguda. En cambio, la obesidad en adultos llega al 12,8 % y el sobrepeso en niños al 6 %.
En cuanto a la migración, Preissing explicó que “sus impactos están íntimamente vinculados al objetivo general de la FAO, que es la lucha contra el hambre y el alcance de la seguridad alimentaria, disminuyendo la pobreza rural y promoviendo el uso sostenible de los recursos naturales”.
En ese sentido, planteó que la inversión en desarrollo rural sostenible, adaptación al cambio climático y medios de subsistencia resilientes en la ruralidad son una parte importante de la respuesta mundial al actual desafío migratorio.
Echar la mirada al sector rural fue otro de los planteamientos del asambleísta Mauricio Proaño e igualmente de Ángel Catucuamba, de la Asociación Nuevo Futuro, de Cayambe, Pichincha. El parlamentario enfatizó que el 38 % de los ingresos de familias campesinas no provienen de la agricultura, por lo que el desafío está en aprobar leyes que generen empleo en el campesinado.
Destacó las leyes que aprobó la Asamblea para el desarrollo agrícola, como las de Tierras, Agua, Semillas y Sanidad Agropecuaria, que fueron construidas con las organizaciones rurales a través de la consulta prelegislativa.
Ángel Catucuamba se refirió a los emprendimientos y cómo pueden contribuir a la disminución de la migración. Dijo que es necesario incrementar la productividad en el campo. Para eso no se requieren grandes inversiones, sino producir conocimiento y profesionalizar a los productores.
La ministra de Agricultura, Vanessa Cordero, resaltó el compromiso del gobierno para trabajar junto a organismos internacionales, el sector agropecuario y entes nacionales para hacer de Ecuador un ejemplo en la lucha contra el hambre.
LILA/pv
