El Gobierno de Chile, a través del embajador Gabriel Ascencio Maceda, impuso la condecoración Orden Bernardo O’Higgins, en el Grado Cruz, a la presidenta de la Asamblea Nacional del Ecuador, Gabriela Rivadeneira Burbano.
Al acto, que se cumplió en la residencia del Embajador, asistieron varios legisladores ecuatorianos, ministros de Estado, el titular de la Cámara de Diputados de Chile, agregados militares, representantes del cuerpo diplomático, concejales de Quito, entre otras autoridades.
El diplomático Ascencio destacó que la condecoración, dispuesta por la propia Mandataria Michelle Bachelet, es un reconocimiento a la brillante trayectoria política y social, así como el compromiso con los procesos de transformación e integración asumidos por Gabriela Rivadeneira.
Insistió que la presea es una de las más importantes que otorga el Gobierno a un ciudadano (a) extranjero ilustre, amigo del país. En el caso de la Presidenta de la Asamblea del Ecuador se ha tomado en cuenta la contribución al fortalecimiento de las relaciones bilaterales y proyección de futuro que ello comporta, tras precisar el alto respaldo popular que obtuvo para el cargo de asambleísta nacional y, luego, se convirtió en la primera y más joven mujer en dirigir un poder del Estado.
Entre tanto, Aldo Cornejo, presidente de la Cámara de Diputados, expresó que es un privilegio participar en una ceremonia de tanta significación, más aún cuando a la presidenta Gabriela Rivadeniera se le entrega la condecoración del Libertador Bernando O´Higgins, que se concede, no con normalidad, sino en casos excepcionales.
Tiene los méritos suficientes como para hacerse merecedora de tan alta distinción, dijo, al ponderar la presencia de la mujer en la vida política, con un liderazgo de naturaleza distinta: acogedor, comprensivo y, a veces, riguroso, que prestigia a la política y acerca a la gente.
La presidenta Gabriela Rivadeneira subrayó que es un orgullo recibir la distinción y el Acuerdo firmado, con puño y letra, de Michelle Bachelet, una dama de talla histórica, quien reivindica los procesos de cambio hacia una mayor justicia y la integración regional.
Hoy, la responsabilidad de todos es profundizar el concepto del latinoamericanismo; la integración nos hará absolutamente fuertes y mucho más potentes, con transformaciones que inciden en el cambio de la vida de millones. La integración tiene que posibilitar que las personas transiten, algún día, sin las complicaciones de límites territoriales, enfatizó.
América Latina vive evidentes vientos de cambio, con gobierno progresistas de izquierda, que han transformado la vida de la población. Falta mucho por hacer, por tanto, hay que afianzar la lucha por la verdadera liberación de nuestros pueblos, concluyó.
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