Seguimos construyendo sociedades desde el punto de vista masculino. Normalmente se ve a los hombres como preparados para el quehacer público, mientras que a las mujeres se nos relega a los roles del hogar y lo doméstico, tal es así que quienes han podido posicionarse como portavoces en un medio de comunicación siguen ejerciendo sus roles de quehaceres en el hogar y son vistas de esta manera en el contexto del cotidiano vivir, precisó la segunda Vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Marcela Aguiñaga, quien actuó como moderadora de la mesa dos del II Foro Parlamentario Beijing +20, donde se analizó “el poder de los medios de comunicación en la igualdad de género”.
A nivel regional, un 24% son presentadoras de noticias, frente a un 76% de varones. Se profundiza un imaginario donde, de alguna manera, se hace ver que las mujeres conocemos poco de lo público y no somos conocedoras de temas especializados, lo cual hacer ver que todavía se mantiene un pensamiento patriarcal y esto ha marcado una exclusión dentro de la política y en las decisiones que se toman a nivel mundial desde las diferentes instancias, precisó la segunda Vicepresidenta.
En el ámbito de la publicidad aún existe un altísimo porcentaje donde las mujeres son vistas como figura de entretenimiento, de decoración u objeto de deseo para posicionar marcas o eventos. Todavía se tolera la violencia y se acepta la exclusión de las mujeres, dijo.
Luego, la legisladora dio a conocer aspectos que contiene la Ley Orgánica de Comunicación que rige en Ecuador desde hace dos años y donde se establecen principios básicos de linchamiento mediático, pero también se determina la responsabilidad ulterior de los contenidos emitidos en los medios de comunicación, al igual que prohíbe todo tipo de emisión de contenidos discriminatorios. Sobre ese último tema dijo que hace falta trabajar en la aplicación de la norma.
Resaltó que la ley se creó para diversificar la palabra a través de los medios de comunicación públicos, privados y comunitarios y dentro de la nómina laboral se tenga criterios de equidad y paridad de género, elementos sustanciales, de los cuales estamos en proceso de empoderamiento de los derechos que tiene la ciudadanía.
Uno de los grandes logros ha sido reconocer a la comunicación como un servicio público, aspecto que consta en la propuesta de enmienda a la Constitución, ya que es necesario elevar a la categoría de constitucional para reforzar este derecho.
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