En el marco del primer debate del proyecto de Ley de Educación, César Rodríguez, presidente de la comisión Ocasional que preparó el informe, dijo que para pensar en la educación con un sentido político y revolucionario, es necesario proyectarnos hacia el futuro, pero sobre todo volver nuestra mirada hacia la historia, a la raíz de la ansia de cambios de nuestro pueblo.Las conductas individuales y sociales se formulan a través de la educación, se practican y se consolidan en la escuela, se virtualizan con el paso hacia la madurez y se constituyen en las bases sobre las cuales construimos nuestra vía individual y nuestra noción en el colectivo, por lo tanto la educación subordinante produce una sociedad colonizada, manifestó, al enfatizar que la tarea histórica de la Asamblea Nacional es la de legislar para construir esa otra escuela, la que soñaron Simón Rodríguez, Martí y Paulo Freire, Leonidas Proaño y Gabriela Mistral en América Latina, enfatizó.
Aseveró que trabajan para construir una educación de alumnos que sientan interés de aprender, que tengan la capacidad y la habilidad de buscar, comprender y analizar la información, que la puedan devolver convertida en arma con discurso personal y coherente.
Agregó que el maestro de niños debe ser sabio, ilustrado, filósofo y comunicativo, porque su oficio es formar hombres para la sociedad. El título de maestro debe darse sólo al que sabe enseñar, esto es al que enseña a aprender no el que manda a aprender o indica lo que equivale.
El maestro que sabe dar las primeras instrucciones sigue enseñando virtualmente todo lo que se aprende después porque enseñó a aprender, subrayó César Rodríguez, al puntualizar que la fragmentación de la unidad nacional y la oficialización de una historia llena de mentiras, racismos y omisiones criminales no han logrado resolver la carencia de un gobierno nacional en el Ecuador.
Dijo que la Asamblea Constituyente, la actividad política organizativa de los partidos y movimientos no han sido suficientes para construir ese proyecto que demanda nuestro país.
Por último, expresó que “este proyecto lo haremos educando, liberando la enseñanza de la historia y las materias sociales, fortaleciendo, reivindicando la educación bilingüe intercultural en su real dimensión histórica”.
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