En diálogo con la prensa de la ciudad de Cuenca el presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero Cueva, invitó formalmente a los alcaldes, prefectos y a los integrantes de las juntas parroquiales del país a participar activamente en el debate del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD).Tras recordar que el tema constará en la agenda del Pleno de la próxima semana, Cordero destacó que la guerra contra el centralismo, que tiene mil caras, que obstruye, demora y dificulta todo, es permanente y requiere del concurso de todos los sectores comprometidos con el cambio y que en este contexto el COOTAD constituye una herramienta para derrotar el centralismo y consolidar la descentralización.
Sobre la base de la disposición constitucional que afianza el concepto de que Ecuador es un país plurinacional e intercultural, el Código establece un reparto equitativo y justo de los recursos económicos a favor de los gobiernos autónomos descentralizados, sin discriminación ni favoritismo y permite la conformación de mancomunidades sin dueños y avanzar en el camino de la regionalización que tomará algunos años, dijo.
Respecto de la reciente movilización de la Conaie, el arquitecto Fernando Cordero aseveró que las puertas de la Asamblea siempre han estado abiertas para el diálogo constructivo con los sectores sociales, campesinos e indígenas.
Es más,agregó, seguimos esperando la presentación del paquete de reformas que anunciaron que harían llegar a propósito del encuentro con el Presidente de la República, en torno a la Ley de Minería, la cual prohíbe dar nuevas concesiones para la explotación minera, especialmente a cielo abierto, hasta que se apruebe el plan de reordenamiento del territorio ecuatoriano.
Precisó que llama la atención que la derecha, encabezada por la Junta Cívica de Guayaquil, hoy se muestre a favor de las movilizaciones cuando éstas han surgido contra los que querían oponerse al cambio, por lo que exhortó a los colectivos ciudadanos e indígenas a hacer ejercicio práctico del camino democrático sin dejarse conducir por los poderes fácticos, que son difíciles de descubrir pero que actúan con obscuros intereses.
No se puede permitir que alguien meta la mano para tercerizar la rebelión popular, hecho que es impropio de los revolucionarios, dijo, al reiterar el llamado a los grupos sociales para construir colectivamente el nuevo país que todos anhelamos.
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