La Asamblea Nacional cada día consolida el proceso de construcción de leyes con la participación activa de la ciudadanía, dijo el presidente de la Legislatura, Fernando Cordero Cueva, al inaugurar el curso internacional de la Escuela Legislativa.
En la mesa directiva estuvieron Javier Barrero, vicepresidente segundo del Congreso de los diputados de España; Federico Torres, embajador de España en Ecuador; Pedro Luis Martínez, representante de las Cortes de Aragón; Antonio Villavicencio, rector del IAEN; Libia Rivas, prosecretaria de la Asamblea Nacional; y, Patricio Carpio, coordinador de la Escuela Legislativa.
Ser representantes populares nos compromete más a trabajar por un país mejor; solo un trabajo de legislación seria con y para la gente, así como una fiscalización y control político responsable permitirá afianzar la democracia, dijo Fernando Cordero.
Sostuvo que la técnica legislativa, los conocimientos académicos y el desarrollo del pensamiento harán que las leyes y procesos de control político sean cada vez más profundos y solucionen problemas de nuestra nación, desarrollen anhelos, ilusiones y aspiraciones de todos los ciudadanos.
Redefinición
Para quienes creemos profundamente en la democracia, sabemos que el Parlamento es el centro neurálgico de esa democracia. Dicho de otra manera, no hay democracia real sin un Parlamento independiente, autónomo y libre, destacó Javier Barrero, vicepresidente del Congreso de los diputados de España.
Manifestó que este encuentro servirá para reflexionar, entre todos, acerca del valor del Parlamento, de la representación popular, de la política, del valor de la transformación que significa para la ciudadanía, el mundo, para los territorios, la acción política.
Por último, agregó que en lo fundamental hay que ver con que ánimo nos enfrentamos en el siglo XXI a rediseñar las líneas que hagan posible que esta gran función humana, que es la acción política, recupere su imagen, solvente las necesidades que requieren las personas.
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