Mi nombre es Elizabeth Juliette Vega Segura, tengo 22 años y la mayor parte de mi vida he radicado en la parroquia rural de Calderón, la más poblada del país y una de las 33 parroquias rurales del Distrito Metropolitano de Quito. Circunscripción electoral que me ha honrado eligiéndome como legisladora de mi país. Desde donde levanto mi voz y doy un paso al frente con un firme propósito: servir a la ciudadanía de Quito, Pichincha y Ecuador, liderar con convicción, carácter y corazón las causas democráticas y velar por la institucionalidad del estado.
En un país que clama por el cambio verdadero, surge la voz firme y decidida de una joven con la convicción de servir a su gente. No es una promesa más, es una realidad que crece desde las raíces de nuestras parroquias rurales, donde cada rostro, cada historia y cada necesidad han sido su motor para actuar.
Con valentía y principios sólidos, soy una joven con carácter que está en la Asamblea no para ocupar un cargo, sino para representar a quienes han sido olvidados por años. No voy a olvidarme, peor darle la espalda a la gente que me respalda, porque su compromiso nace de la tierra que la vio crecer, de las luchas diarias que conoce de cerca.
Mi voz será la de los parroquianos, de las mujeres trabajadoras, de los jóvenes con sueños, de los adultos mayores que esperan justicia y atención. Tengo la firmeza para tomar decisiones valientes y la honestidad como bandera para construir un país diferente: un país que, por fin, se incline hacia la verdad, la justicia y la transparencia.
Este es el momento de confiar en una nueva generación. Una generación que no olvida, que no se vende y que lucha con el corazón por un nuevo Ecuador.