Santo Domingo, hoy una de las provincias más dinámicas del Ecuador, logró su provincialización el 6 de noviembre de 2007 tras un largo proceso de gestiones y luchas ciudadanas. Antes de convertirse en provincia, esta región pertenecía a la provincia de Pichincha como el cantón Santo Domingo de los Colorados.
El crecimiento económico, demográfico y su estratégica ubicación geográfica impulsaron la necesidad de una administración autónoma, que permitiera una mejor gestión de sus recursos y desarrollo. Gracias a la movilización de sus habitantes y el respaldo de diversas autoridades, en 2007 la Asamblea Nacional aprobó la creación de la nueva provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, en honor a la nacionalidad indígena Tsáchila, ancestralmente asentada en la zona.
Desde su provincialización, Santo Domingo se ha consolidado como un eje comercial y productivo del país, destacando en sectores como la agroindustria, el comercio y el transporte.