Bajo la etiqueta de "proyecto económico urgente", se aprobó una ley que reforma 19 cuerpos legales distintos —desde el Código Penal hasta la Ley de Tránsito— sin respetar la Constitución ni la Ley Orgánica de la Función Legislativa.
Se introdujeron cambios directamente en el Pleno sin devolver el texto a la Comisión, violando el artículo 62 de la LOFL. Esto no es un error: es una aberración legislativa y una amenaza al Estado de derecho.
¿El trasfondo?
Eliminan derechos laborales históricos
Atentan contra la estabilidad de los servidores públicos
Dan la espalda a la economía popular y solidaria
Y mientras tanto, en el mundo "mágico" que algunos asambleístas aseguran sentir en el aire, los hospitales no tienen gasas, las escuelas no tienen pupitres, y en el Registro Civil no hay ni papel.
¡No seremos cómplices!
Defenderemos la ética, el derecho y la dignidad del pueblo frente a esta farsa legislativa.
Nacido en Azogues el 4 de noviembre de 1979, Blasco Remigio Luna Arévalo ha forjado una sólida trayectoria en el servicio público, convirtiéndose en un referente político de la provincia del Cañar. Ingeniero Agrónomo graduado de la Universidad de Cuenca en 2003, Luna ha complementado su formación técnica con un firme compromiso social y político, que se refleja en su militancia dentro del movimiento Revolución Ciudadana.
Su experiencia legislativa y de gestión lo distingue dentro del Pleno. Fue electo asambleísta para los períodos 2021-2023 y 2023-2025, en los que ha impulsado activamente la participación ciudadana, la fiscalización a favor del desarrollo local y la defensa de los sectores más vulnerables de su provincia. Antes de su labor legislativa, se desempeñó como asesor parlamentario (2017-2020), director distrital del MIES en Azogues (2016-2017) y jefe político del cantón Azogues (2014-2016), lo que le permitió conocer de cerca las necesidades de la población más vulnerable de la provincia del Cañar.
Como representante popular, su accionar ha estado enfocado en fortalecer el trabajo articulado entre los niveles del Estado, potenciar a los actores de la economía popular y solidaria, y exigir al Gobierno Nacional el cumplimiento de sus competencias, particularmente en temas de vialidad, salud y servicios básicos.
Fiel a sus principios, Blasco Luna Arévalo mantiene una conexión directa con su territorio y con las organizaciones sociales, convencido de que la política debe ser una herramienta para transformar realidades, no para administrar privilegios.