El quirofano sigue cerrado, los desechos biológicos se acumulan sin ser retirados desde julio, y tanto trabajadores como pacientes se quedan sin alimento.
Esta situación es una clara muestra de la falta de gestión y el abandono total por parte de las autoridades de salud.
Los pacientes están siendo obligados a buscar atención en otras casas de salud, gastando dinero y exponiéndose a riesgos, mientras el hospital se hunde en una crisis sanitaria. Los trabajadores, en condiciones indignas, deben soportar un ambiente contaminado y sin acceso a comida. ¡Esto es inaceptable!
Exigimos acciones inmediatas y soluciones contundentes.
¡La vida y la salud de los ciudadanos están en juego!