El Dr. Facundo Ferrari, Presidente de la Asociación de Estudiantes de Derecho de la Universidad del Azuay, expresó su apoyo a la reforma del Código de Trabajo durante su discurso, destacando particularmente la propuesta de obligatoriedad para que empresas públicas y privadas contraten estudiantes entre 18 y 25 años, enfatizó que esta medida representa una gran oportunidad para que los jóvenes obtengan experiencia laboral real, la cual muchas veces no se adquiere plenamente en las prácticas preprofesionales, según él, estas suelen limitarse a tareas administrativas básicas y no proporcionan un aprendizaje integral en áreas clave, como la logística de un bufete de abogados.
El presidente resaltó que esta reforma podría romper con la barrera de la falta de experiencia laboral que enfrentan los recién graduados, permitiéndoles salir de la "burbuja" en la que se encuentran, desde su perspectiva personal, compartió las dificultades que tuvo al buscar trabajo debido a la preferencia de las empresas por candidatos experimentados, situación que considera común entre sus compañeros. Con esta reforma, los estudiantes no solo ganarían experiencia desde temprana edad, sino que también podrían construir currículums sólidos y proyectarse hacia el futuro profesional con mayor confianza.
A lo largo de su intervención, destacó el impacto positivo que tendría esta medida no solo en los estudiantes, sino también en la sociedad ecuatoriana en general. Subrayó que al facilitar la incorporación de jóvenes al mercado laboral, se estaría promoviendo una cultura de trabajo, innovación y emprendimiento, asimismo, señaló que esta iniciativa podría mitigar problemas sociales al proporcionar oportunidades reales de crecimiento y desarrollo a los jóvenes.
Sin embargo, algunos podrían considerar que la propuesta tiene aspectos polémicos, por ejemplo, el hecho de obligar a las empresas a contratar estudiantes podría generar inquietudes entre empleadores, especialmente en lo relacionado con la productividad y el costo asociado al entrenamiento de personal inexperto, además, existe el riesgo de que ciertas empresas perciban la medida como una imposición que podría afectar su autonomía.
En contraste, defendió la reforma como una oportunidad para superar barreras económicas, sociales y profesionales que impiden a los jóvenes contribuir al desarrollo del país. Según su criterio, esta normativa no solo fortalecería la empleabilidad de los estudiantes, sino que también impulsaría su crecimiento personal y profesional, preparando a una nueva generación de trabajadores más capacitados.