Le dijimos sí a las reformas de la LOEI. Esta lucha, que es nuestra, merece el empuje de todos los ecuatorianos. Sin un sistema educativo en plenitud de condiciones, es difícil construir un país mejor.
La equiparación salarial para los maestros, ni si quiera debería entrar en debate ya que son los pilares de nuestra sociedad. Luego del análisis pertienente en la Comisión de Educación, demostramos al gobierno que no es cierto que se necesitan 2175 millones de dólares, sino únicamente alrededor de 500 millones de dólares para que 124 mil maestros tengan un alza salarial de 100 dólares.
Este es un primer paso para que el sistema educativo tenga condiciones dignas para ofrecer a los niños, niñas y adolescentes reales oportunidades de desarrollo. La lucha continuará porque aún debemos velar porque se cumpla lo que dice la Constitución de llegar al 6% de inversión en la educación con respecto al Producto Interno Bruto. Esto debería destinarse, principalmente, a recuperar la infraestructura, misma que se ha visto afectada debido al abandono que se produjo durante la pandemia.
También es menester invertir en la capacitación constante de los maestros. Ellos, de sus propios bolsillo han realizado esfuerzos por mantenerse actualizados, sin embargo se debe apoyar un plan constante.
Finalmente, el equipamiento tecnológico es fundamental. Sobre todo para tener comunicación constante y evitar la deserción escolar que en los últimos años ha llegado a cerca de 100 mil alumnos.
Gracias a todos quienes nunca desmayaron en esta lucha. Una primera tarea está realizada, ahora queda en manos del gobierno dar una respuesta positiva y saldar esta deuda histórica en favor de los formadores de los ecuatorianos.
