La Asambleísta Azuaya, Doris Soliz Carrión intervino durante la Sesión del Pleno No. 551, donde se trató la posible destitución de la Asambleísta Sofía Espín. Ponemos a consideración su intervención, destacando su rechazo a la vulneración de derechos, de la que es víctima la compañera Sofía Espín.
VIDEO: https://www.youtube.com/watch?v=FRP-2JIZlMU&t=311s
Quiero que me permita con su anuencia señora Presidenta iniciar esta intervención invitando a todos ustedes a mirar la siguiente lámina.
Esta lámina refleja 40 años de la presencia de las mujeres en el parlamento ecuatoriano, vean ustedes en el año 1979, cuando recuperamos la Democracia, como no existía una sola mujer en el parlamento, algo que ahora nos asombra a todos y nos resulta impensable, porque estamos en un parlamento cada vez más democrático, y que recoge la diversidad de género, las voces de los jóvenes, la diversidad étnica, la diversidad de los migrantes, no tanto como deberíamos pero en un camino ascendente y que democratiza el Primero Poder del Estado.
Y así, más de una década, hasta el año 1997 no superamos las cuatro o cinco mujeres en este parlamento. Es ese año, tras una larga lucha de las mujeres ecuatorianas logramos la ley de cuotas, conocida así porque establecía apenas un 20% como un porcentaje básico para que las mujeres ingresemos en el parlamento. Y la realidad empieza a cambiar, empezamos a subir en el porcentaje de mujeres en el parlamento ecuatoriano, pero es sin duda, con la nueva Constitución que nos rige cuando damos un paso fundamental, de la mano de la lucha del movimiento de mujeres y de los sectores progresistas de nuestro país.
Y ustedes verán que hoy, en este período, y en los períodos desde el año 2008 incrementamos ya de una manera muy relevante la presencia de las mujeres en este parlamento. Hoy somos, señora Presidenta y compañeros asambleístas, según la Unión Interparlamentaria Mundial, el segundo parlamento en América Latina que incorpora e incluye a las mujeres, en un porcentaje cercano al 38%.
He traído esta cifra porque quiero recordarles a todos ustedes, a mis colegas mujeres parlamentarias y a todos mis colegas, miembros de este parlamento, que nuestra presencia aquí no la ha regalado nadie es producto de nuestra lucha histórica, la lucha de las organizaciones de mujeres, y también la lucha individual de cada una de las compañeras que está acá. Yo creo que ninguna pueda decir que no haya tenido que librar batallas en su familia, batallas en su trabajo, batallas en sus propios partidos, en los cuales existen barreras invisibles para la participación política de las mujeres. Estamos aquí porque hemos vencido la exclusión, la discriminación de género, el machismo y el sexismo que impedía la participación de las mujeres.
Recuerden ustedes que nos demoramos un siglo para tener el derecho al voto, los caballeros lo tuvieron en 1830, las mujeres apenas empezamos a votar, con la lucha de Matilde Hidalgo de Prócel, en 1928. Y ha sido larga, tortuosa y esforzada la lucha de las mujeres para estar en este parlamento y para estar en la política del país. Para democratizarla con las propuestas específicas que traemos las mujeres, para construir una sociedad para todos. Desde esa perspectiva, quiero también señalar que no es nuevo que en los parlamentos existan prácticas discriminatorias, sexistas y que buscan, a través de mecanismos ilegales, disuadir a las mujeres de participar en la política y a eso nos vamos a referir. Desde luego la discriminación de género no viene con un cartel, no se anuncia, viene de la mano de aquellos que les gusta las practicas machistas, de aquellos que están acostumbrados a violentar los derechos de las mujeres. Se disfraza de muchas formas, y ahora mucho más, de la judicialización de la política. De usar instrumentos judiciales para perseguir injusta y forzadamente, disuadir a las mujeres de la participación en la política.
Tanto es así, que el foro más importante de parlamentos del mundo, la Unión Interparlamentaria Mundial, en la cual hemos estado con usted, señora Presidenta, y junto con 150 parlamentos que son miembros de la UIP, se ha constatado esta realidad y se ha levantado desde hace muchos años la alerta contra la violencia y la discriminación de género en los parlamentos, aquella que se expresa en violencia psicológica, física incluso económica, política que busca desalentar esa participación de las mujeres en la política. Que busca crear intimidación, agresiones, que busca ataques en las redes y espacios de opinión y espacios sociales.
La UIP realizó recientemente una investigación que la ha puesto en consideración de todos los parlamentos, y que yo les invito a que puedan analizarla, a que puedan conocerla a través de la página web de la UIP, y que señala precisamente que el 60% de las entrevistadas parlamentarias del mundo señalan que han sido justamente atacadas por posiciones adoptadas respecto a cuestiones concretas y particularmente a cuestiones controvertidas. Así mismo señalan ser blanco de ataques a través de la persecución y la intimidación.
Un factor agravante es pertenecer a la oposición, esto incrementa la posibilidad de que las parlamentarias se encuentren expuestas a cualquier tipo de comportamientos y actos de violencia sexista, que están enumerados en esta encuesta.
Yo pregunto, justamente en base a estas reflexiones, ¿cuántos compañeros de este parlamento no han visitado a personas privadas de la libertad en cárceles del país? Y nadie les ha judicializado, y nadie les ha cuestionado aquí en este foro. ¿Cuántos parlamentarios desfilan por la Fiscalía, por el Consejo de la Judicatura, por los Ministerios? Y nadie parte de pensar negativamente en que están interfiriendo en las funcione, por el contrario, partimos aquí de la buena fe, y confiamos en que todos estamos haciendo nuestra labor fiscalizadora y nuestra labor como asambleístas.
Pero en el caso de mi colega y compañera Sofía Espín, que está aquí, con toda dignidad, dando la cara como ya se ha dicho. Ella ha sido sujeto de un linchamiento mediático infame, ha sido víctima de un ataque indiscriminado en redes sociales, algunos ya la declararon culpable, con la complicidad de medios de comunicación serviles al poder de turno.
Incluso uno de los miembros de la Comisión, antes de que ésta se instale, ya le declaró culpable y señaló que va a ser destituida. Y aquí hemos escuchado intervenciones vehementes, tratando de forzar y de fundamentar la supuesta destitución, violando el principio de legalidad. Yo estoy de acuerdo que uno de los graves problemas que tenemos es la mentira, pero sobre todo que se creen la mentira quienes se inventan las mentiras ese es el más grave problema que hemos detectado en este pleno.
Continuando con el tratamiento mundial, porque este no es un problema de nuestro parlamento, es un problema infelizmente que enfrentamos las mujeres parlamentarias en diferentes rincones del mundo, la Unión Interparlamentaria Mundial ha creado un Comité de Derechos Humanos de los Parlamentarios, señalando que precisamente para que los parlamentarios puedan defender los derechos humanos de los ciudadanos a los que representan, ellos mismo deben tener la posibilidad de ejercer sus derechos humanos. Este Comité existe desde el año 1976 y analiza todos los casos de violación de los derechos humanos de los parlamentarios y particularmente de las mujeres parlamentarias, por la vulnerabilidad de nuestra reciente participación en la vida política.
De modo que en este caso enfrentamos, colegas parlamentarios, un caso “sui generis” de violencia política contra una parlamentaria, inspirado en móviles de persecución política y no en fundamentos legales.
Aquí están los causales que señala la Constitución precisamente para indicar que una asambleísta puede ser juzgada. Yo me pregunto, ¿cómo hace una ingeniera eléctrica, como es mi colega Sofía Espín, para estar cumpliendo labores ajenas en la Función Judicial?, no tiene ningún sentido todo lo que se ha argumentado aquí de manera forzada.
Y quiero terminar señora Presidenta, destacando, ¿quién se Sofía Espín?: Sofía Espín es justamente una joven mujer política, elegida por el Distrito Sur de Guayaquil, el más popular de nuestra querida Perla del Pacífico. A ella le eligieron los Guasmos, las Malvinas, la Trinitaria, el Batallón del Suburbio, los barrios populosos de nuestro querido Guayaquil. La peor falta de ética, de la cual no se le puede acusar a Sofía Espín, es traicionar el programa de Gobierno y los postulados por los cuales esos 200 mil ciudadanos guayaquileños la eligieron, ella está aquí, honrando ese programa de Gobierno y defendiéndose de una infame persecución política. Creo que en esta noche señora Presidenta, espero que pronto votemos la moción que se ha aprobado, y que destaquemos el buen nombre de este parlamento, un parlamento democrático, un inclusivo, donde yo, al contrario de los que claman que hay 137 votos para una destitución injusta, les pido a todas las mujeres parlamentarias que nuestro voto no sancione injustamente a una mujer, yo invito a todos los que defienden la equidad, que ningún voto por la equidad sancione injustamente a una parlamentaria en esta noche.
Muchas gracias.
Asambleísta por la provincia del Azuay | Integrante de la Comisión Del Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa | Visita mi Perfil
