La crisis que estamos viviendo en este momento tendrá duras repercusiones en el estado de la salud mental de la población. Especialmente: cuadros de ansiedad, depresión, miedos, problemas sociales; pero sobre todo en un consumo drástico de drogas y otras sustancias adictivas. Ansiolíticos, pastillas para dormir, alcohol, tabaco, entre otras, pasarán a ser una válvula de escape para las personas afectadas por la crisis. Y si no tomamos decisiones firmes para enfrentar el fenómeno de las drogas, tendremos una epidemia con consecuencias peores que las de coronavirus. Uno de los grandes beneficios de este proyecto de ley es enlazar actores importantes en la estrategia de enfrentamiento del fenómeno de las drogas, especialmente a los GADS y universidades.
Es necesario que se establezca un monto mínimo de inversión por parte de los GADS para que lo utilicen en programas de prevención acorde a su realidad. No se trata de aumentar los gastos, sino que al menos un 10% del presupuesto ya asignado a temas sociales, lo utilicen en la prevención de drogas.
Es sustancial que los GADS se comprometan a la lucha contra las drogas, precisamente por ser quienes más cerca de la gente están. He solicitado que los operativos de control se realicen en conjunto con el Ministerio de Gobierno y que las ordenanzas que los Municipios emiten sobre el tema, establezcan sanciones fuertes para los casos de espacios públicos.
Asambleísta por la provincia de Pichincha | Integrante de la Comisión Del Régimen Económico y Tributario y su Regulación y Control | Movimiento - SUMA Visita mi Perfil
