Hoy, en la Sesión 943 del Pleno de la Asamblea Nacional, hemos aprobado la Resolución del informe no vinculante sobre la verificación del cumplimiento del proceso de evaluación de la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Esta aprobación es un paso crucial en nuestro compromiso de garantizar una vida libre de violencia para todas las mujeres en Ecuador, un derecho fundamental que debe ser respetado y protegido por nuestras leyes y políticas públicas.
La mujer es el pilar fundamental de nuestras familias, y fortalecer su rol es clave para el bienestar de toda la sociedad. En este sentido, la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres se ha convertido en una herramienta vital para brindarles protección. Sin embargo, a pesar de los avances, sabemos que aún quedan desafíos en la implementación de esta ley, y es por eso que seguimos comprometidos con su monitoreo y evaluación.
El informe presentado hoy pone de manifiesto los avances que hemos logrado en la implementación de la ley, pero también los aspectos que aún necesitan atención. Como asambleísta, reconozco que la lucha contra la violencia de género es una tarea constante, y es nuestra responsabilidad garantizar que las políticas públicas sean realmente eficaces y lleguen a todas las mujeres que las necesiten. No podemos quedarnos de brazos cruzados cuando aún hay tanto por hacer.
En este contexto, condenamos cualquier forma de violencia contra la mujer. No podemos permitir que ninguna mujer viva con miedo, ni que sus derechos sean vulnerados. Como representantes de la ciudadanía, debemos seguir produciendo leyes que no solo sean justas, sino también eficaces para transformar la realidad de muchas mujeres en nuestro país. La protección de sus derechos es una prioridad, y como asambleísta, seguiré trabajando incansablemente por ellas.
Hoy reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad de género y la erradicación de la violencia en todas sus formas. Es fundamental que sigamos avanzando hacia un Ecuador donde todas las mujeres puedan vivir en paz, sin temor a ser víctimas de violencia. Juntas, con esfuerzo y dedicación, lograremos un futuro mejor, donde la mujer sea plenamente respetada y valorada en todos los aspectos de su vida