Hoy celebramos la Navidad de una manera especial, rodeada de las increíbles lideresas de todos los sectores de mi querido Distrito 2 de Guayaquil. Es un momento único para compartir un mensaje de amor, esperanza y gratitud, recordando siempre el verdadero significado de esta fecha: la celebración de la vida y el trabajo en conjunto. La Navidad es una oportunidad para fortalecer los lazos de solidaridad y unidad que nos unen como comunidad, y hoy me siento profundamente agradecida por compartir este momento tan significativo con todas ellas.
A lo largo de la jornada, llevamos un mensaje de gratitud y reconocimiento a Jesús, quien nos inspira a seguir trabajando por el bienestar de todos. Agradezco enormemente la oportunidad de ser parte de este hermoso trabajo comunitario, que se fortalece gracias al esfuerzo y dedicación de cada uno de los líderes y lideresas que, con tanto amor, contribuyen a que nuestras comunidades sigan adelante. Este tipo de encuentros nos recuerda lo importante que es el apoyo mutuo y cómo el trabajo en equipo puede transformar realidades.
Quiero hacer un reconocimiento especial a la Organización Manuelita Sáenz, que siempre ha mostrado un compromiso inquebrantable con nuestra comunidad. Su labor de voluntariado llega a cada hogar con una entrega excepcional, lo cual demuestra que la verdadera ayuda no se mide por lo que se da, sino por el amor con el que se ofrece. Esta organización ha sido clave en el trabajo conjunto, y por eso les extiendo mi más profundo agradecimiento, porque han sido una pieza fundamental en este esfuerzo.
Para mí, no hay mayor satisfacción que ver el rostro de esperanza y alegría de cada familia que recibe este apoyo. Como siempre digo, el voluntariado de Manuelita Sáenz es "entregado con el alma", y me enorgullece ser parte de una comunidad que se preocupa y se apoya mutuamente. Que Dios nos bendiga a todos y nos dé la fuerza para seguir trabajando por un futuro mejor, lleno de oportunidades para cada uno de los miembros de nuestra querida comunidad.