Quiero que sepan que el Ecuador no puede perder la esperanza, que este país necesita trabajar y encontrar la unidad de propósito y salir adelante. Que también necesitamos un baño de verdad y de frontalidad para asumir los durísimos momentos que vive el Ecuador en materia económica, política, social e institucional. Pero cuando los caminos se ponen duros, los duros se ponen en el camino y es momento que todos los ecuatorianos nos pongamos en el camino de los males que aquejan a la nación y juntos salgamos adelnte.