Aprobación de Ley de Comunicación fue a favor de los medios

Miércoles, 19 de diciembre del 2018 - 12:33 Imprimir

Si partimos que la Comunicación es un derecho humano, y  habiendo establecido Derechos de la Comunicación en nuestra Constitución, era necesario una ley para garantizar y hacer efectivos esos derechos, sin embargo prevaleció los intereses de los medios sobre los de la ciudadanía. Es necesario insistir en que la comunicación es un derecho humano y no una mercancía.

Bajo diversos argumentos se intentó eliminar la Ley de Comunicación, planteando que no era necesaria  una ley, que tan sólo bastaba con la autoregulación de los medios para poder  hacer una buena comunicación. Y aquí insistir que ésta debió ser una Ley de Comunicación garantista de los Derechos de la Comunicación, y no una Ley para favorecer o garantizar únicamente los derechos de un sector tal como se la aprobó.

La Comunicación va mucho más allá de los medios de comunicación, en tanto, es  un proceso humano que da sentido y significados a los hechos cotidianos y los inviduos y de la sociedad, a través de intercambios de información y experiencias. Para que funcione este proceso debe ser de doble vía, donde todas las voces hagan parte de este proceso comunicacional.

Otro de los puntos importantes de contar con una ley era profundizar una verdadera democratización de la comunicación, y debemos entender de una vez por todas que esta democratización es garantía sine qua non para la libertad de expresión, es decir,  no puede haber libertad de expresión si hay concentración de medios, no puede haber libertad de expresión si hay  voces que no tienen posibilidad de expresión.  Pero ahora que se aprobó con la Ley de Comunicación una transitoria, donde las frecuencias se renuevan automáticamente, entonces de que democratización y qué libertad de prensa va a garantizar esta ley.

Por tanto, la libertad de expresión no es  un derecho exclusivo de los periodistas y de los medios de comunicación, sino también un derecho de ciudadanía.

La libertad de expresión como derecho lleva implícita una responsabilidad, y no se puede a nombre de la libertad de expresión violentar los derechos humanos individuales y colectivos de pueblos y nacionalidades, y es por eso que debe estar normada más no controlada y esto no debe significar de ninguna manera una amenaza a la libertad de expresión.

Entre los puntos críticos de las reformas a la nueva ley que aprobó la Asambles, está la eliminación del ámbito administrativo, a sabiendas que la primera respuesta del Estado es la vía administrativa, y al ser eliminada no queda un procedimiento específico jurídico para ser regulada por principios normativos propios de ésta materia. El ámbito administrativo lo que permite es contar con un recurso rápido, sencillo y efectivo que ampare a toda la ciudadanía.

Eliminar el ámbito administrativo es una manera de dejar en la indefensión a las audiencias, en el sentido en que el común de la ciudadanía cuando se sienta afectado en alguno de sus derechos, en la realidad no va a iniciar procesos judiciales, y enfrentarse a juicios en los juzgados con los abogados de los dueños de los medios de comunicación.

Por ello se sosntenía que al quitar de la ley  el ámbito administrativo se va a judicializar la comunicación, es decir, que toda infracción a  la ley obligatoriamente se resolverá en el ámbito jurisdiccional. Con todo lo que esto implica.

Otro de los puntos críticos es la eliminación de los Códigos Deontológicos, sabiendo que son una referencia de la ética profesional para el ejercicio de los medios de comunicación privados, púbicos y comunitarios. Que sin duda ayudan al ejercicio a los derechos de la comunicación, y que debieron ser parte de la ley no para sancionar o coartar libertad de prensa alguna, sino para tener un marco ético referencial y mejorar la comunicación.

A pesar de ello, ni siquiera se estableció en la ley que los medios de comunicación tengan unos códigos deontológicos, es decir, esto quedó al buen criterio de los directivos y dueños de los medios de comunicación. Pienso que todos los medios no sólo deberían tener códigos deontológicos, sino publicarlos para que sus usuarios pudieran conocerlos.

Con respecto al carácter vinculante del informe que elaboraba el CORDIPCOM sobre los proyectos comunicaconales, se deja únicamente al criterio técnico de ARCOTEL, quedando en un segundo plano el ámbito social para la selección de las frecuencias comunitarias.  Y esto puede terminar afectando al sector comunitario en cuanto al acceso de las frecuencias.

Resulta paradójico como el 5%, de producciópn de contenidos interculturales generó tanta resistencia, si al final lo único que se trataba era ser consecuentes con el principio fundamental de la identidad del Estado, consagrado en el artículo 1 dela Constitución, que dice que: “El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia… intercultural, plurinacional y laico...”.

Finalmente  resaltar lo positivo del proyecto de reformas de la ley  que mantiene la oportunidad para que los pueblos y nacionalidades y las organizaciones sociales, puedan acceder al espectro radioeléctrico y contar con medios de comunicación comunitarios, para que puedan comunicar sus experiencias, cosmovisiones, filosofías y existencias.

Era evidente que la ley actual necesitaba ciertas reformas para mejorarla, y había que hacerlas en función de profundizar y hacer realidad los derechos de la comunicación, para ello, se convocó a muchos y diversos actores involucrados con el quehacer de la comunicación, a pesar que sus propuestas no fueron acogidas.

Se logró que quienes trabajen en los medios de comunicación sean profesionales de la comunicación, con el fin de incentivar y promover la profesionalización, y de esta manera, se asegura una remuneración digna. Para los comunicadores de los medios comunitarios no se exije en esta ley la profesionalización pero se recomienda que también tengan oportunidades de estudios en la comunicación.

Finalmente quiero terminar con una reflexión de Malcon X “Si no estás preparado ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido”.

 

José Chalá
Asambleísta por Imbabura Otros Movimientos

Asambleísta por la provincia de Imbabura | Integrante de la Comisión De los Derechos Colectivos Comunitarios y la Interculturalidad |  Visita mi Perfil

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