Nuestro país siempre ha sido diverso, aunque no necesariamente intercultural, porque la ideología hegemónica de la élite blanca-mestiza, ubicada en el poder desde los inicios de la república desplazó a los pueblos originarios y afrodescendientes a la marginalidad. Los excluyó de la vida del país, convirtiéndoles en ciudadanos de tercera categoría. Tanto así, que no constaban en la constitución y menos tenían derechos políticos como elegir y ser elegidos, derechos como ciudadanos.
Fue por ello, que la educación nacional desde la época del estado-nación fue excluyente y dominante, primero negándoles el derecho a educarse y luego invisibilizando todas las historias, conocimientos, filosofías y pedagogías de estos pueblos. Se les impuso y obligó desde las escuelas a conocer la historia de los colonizadores. Es por ello, que decimos que es una educación colonizadora.
Y digo esto, porque en la actualidad nuestra educación continúa siendo excluyente y no logra entender y asumir la diferencia y la diversidad de nuestro país.
Por ello, desde diferentes espacios y tiempos se iniciaron procesos educativos que nacieron desde los pueblos, para ir descolonizando esa educación y con ello, ir enseñando a los niños y niñas de los pueblos y nacionalidades nuestras historias, nuestras culturas, conocimientos y saberes, filosofías y cosmovisiones.
Los gestores de estas propuestas educativas descolonizadoras han sido por ejemplo: Juan García, Salomón Chalá, Alonso Tadeo, entre otros del pueblo afroecuatoriano, Dolores Cacuango, Tránsito Amaguaña, María Luisa Gómez de la Torre y muchas más de los pueblos y nacionalidades indígenas.
Ellos desde la palabra, la memoria y la experiencia insistían que:
“tenemos que recordar siempre, que las escuelas que la sociedad dominante pone en nuestras comunidades, enseñan a nuestros hijos lecciones y valores culturales que son ajenos a nuestra tradición y a nuestra historia. Es para eso que las ponen; para dominar nuestras cabeza”, palabras del abuelo Zenón.
Cuando se tomó la decisión de reformar la Ley de Educación en el 2011, a una Ley de Educación Intercultural, se pretendía estar en coherencia con la Constitución que establece en su artículo 1, que el Ecuador es un país intercultural y plurinacional.
Y digo se pretendía porque no se puede mediante decreto o ley convertir a un país en intercultural, sabiendo que tiene aún herencias fuertes coloniales. Es un proceso que debemos irlo construyendo estado y sociedad civil.
Educando en la diversidad para aprender a respetar la diferencia y sobre todo hacerla parte de nuestra vida cotidiana, porque aún no hemos podido desprendernos de prejuicios y estereotipos y lamentablemente debo decir que nuestra educación oficial sigue siendo racista, y por ello, necesita descolonizarse.
En tal sentido, el papel que tiene la educación en la construcción de esa sociedad intercultural es fundamental y lo que hay que propender es que éstas reformas busquen ese objetivo, donde se refleje la diversidad de los pueblos en términos epistémicos, culturales, sociales de nuestra sociedad. Que aprendamos a conocernos para podernos respetar y construir una sociedad de paz y justicia por más utópico que pueda sonar.
Estoy convencido que con una educación verdaderamente intercultural se puede combatir el racismo, la discriminación y exclusión. Cuando un niño o niña aprende su historia, cultura o cosmovisión, se pertenece a ese pueblo y con ello aumenta su autoestima, y cuando aprendemos al mismo tiempo de otras culturas aprendemos también a respetar a esas otras culturas.
Y en eso la educación debe jugar un papel fundamental
No olvidemos que recién a partir de 1998 somos reconocidos como pueblos y nacionalidades en la constitución y también por primera vez la constitución otorga Derechos Colectivos. La pregunta es, mientras tanto, cuando no tenías derechos colectivos ¿que pasaba con la educación oficial con respecto a la realidad de los pueblos? Y la respuesta es nada, no formábamos parte de la historia ni de la educación oficial, y cuando aparecíamos en algún dibujo de un texto escolar era como estereotipo.
Por algún tiempo, la Educación Intercultural Bilingüe, fue sinónimo de la educación para los pueblos y nacionalidades indígenas, y en se sentido se han hecho avances significativos lo cual celebro.
Sin embargo, en cuanto a la educación afroecuatoriana es muy poco o nada lo que se ha hecho, y en la actual ley no se ve reflejada de manera directa la Educación afroecuatoriana y menos la montubia. Tampoco desde el ejecutivo ha existido la suficiente voluntad política para implementar la educación afroecuatoriana como parte del Sistema Nacional de Educación.
A pesar de existir el Acuerdo ministerial No. 0045 del año de 2016, donde acuerda “RECONOCER E IMPLEMENTAR LA ETNOEDUCACIÓN AFROECUATORIANA EN EL SISTEMA NACIONAL DE EDUCACIÓN”, para tal efecto, establece la Mesa de Etnoeducación Afroecuatoriana como instancia de interlocución con la Autoridad Educativa, a través de la Subsecretaría de Educación Intercultural Bilingüe hoy Secretaría Técnica de Educación Intercultural.
Siempre supeditados o como anexos a la educación intercultural bilingüe.
Es por ello, que hice la propuesta a la Comisión de Educación en su debido tiempo de reformas de la LOEI, para dejar en claro y no en la ambigüedad de que Sistema de Educación Intercultural Bilingüe involucra únicamente a los pueblos y nacionalidades indígenas, sino también al pueblo afroecuatoriano y montubio.
Entre otras reformas he propuesto:
Agregar a continuación de las palabras “Intercultural Bilingüe”, lo siguiente: “Afroecuatoriana y Montubia.
Agreagar en el artículo 3, el literarl r):
“r) El desarrollo, la promoción y el fortalecimiento de la educación afroecuatoriana y de la educación montubia.”
Agregar en el artículo 22, literal g) de la LOEI, después de “imágenes sexistas” lo siguiente: “, racistas y xenofóbicas expresadas a través de estereotipos”.
Artículo 10.- En el artículo 44 de la Ley Orgánica de Educación Intercultural, después del literal b) agrégase, el siguiente literal:
c. Bachillerato Intercultural.- Comprende la formación complementaria y especializada en interculturalidad.
En el artículo 77 de la LOEI, dado que los pueblos afroecuatoriano y montubio, no tienen una lengua propia, pero si dialectos que se deben incorporar en los procesos de enseñanza.
El fortalecimiento de la Mesa de Educación Afroecuatoriana y la elaboración de materiales curriculares y didácticos afroecuatorianos para la incorporación de la Educación afroecuatoriana
Agregar en el artículo 81, el literal:
Garantizar que la Educación Afroecuatoriana aplique un modelo de educación que reafirme su identidad cultural como pueblo, al tiempo que permita reconstruir su historia y sus aportes a la construcción del país.
Entendiendo como ya expliqué esto más que de forma es de contenido, en tanto, se hace explícito que la Educación Intercultural abarca los tres pueblos y nacionalidades.
Finalmente creo que la Interculturalidad debe atravesar a toda la Ley y no ser únicamente un capítulo de la ley. Toda la educación debe ser intercultural. O al menos saber que debemos ir hacia ese camino. NO se trata de ir construyendo educaciones compartimentadas, pero afianzar la educación afroecuatoriana es un medio.
Asambleísta por la provincia de Imbabura | Integrante de la Comisión De los Derechos Colectivos Comunitarios y la Interculturalidad | Visita mi Perfil