Con profundo agradecimiento y compromiso, quiero expresar mi gratitud al pueblo ecuatoriano, a mi querida provincia de Pastaza y a la Asamblea Nacional del Ecuador, por haber considerado mi nombre para integrar la Comisión de Fiscalización y Control Político, uno de los espacios más trascendentales del Parlamento.
Asumo esta responsabilidad con agrado, convicción y preparación. Esta designación no es casual: responde al perfil y experiencia que he construido durante años de trabajo en instituciones clave del Estado. En mi carrera profesional he desempeñado funciones en la Contraloría General del Estado y en la Fiscalía General del Estado, donde tuve la oportunidad de conocer a fondo los procesos de control, auditoría y lucha contra la corrupción, así como el marco legal que los rige.
Durante ese tiempo, participé activamente en el tratamiento de múltiples casos que requerían rigurosidad técnica, independencia y firmeza ética. Esa misma experiencia será ahora mi guía en el trabajo legislativo, para velar por la transparencia, la rendición de cuentas y la correcta utilización de los recursos públicos.
La Comisión de Fiscalización tiene la autoridad para iniciar investigaciones formales sobre actos de la administración pública que presenten irregularidades. Supervisa, controla, organiza audiencias y emite informes con base en denuncias ciudadanas o hechos relevantes, solicitando documentos, testimonios y auditorías. Su función es clave en la lucha contra la corrupción y en el fortalecimiento institucional.
Hoy, como asambleísta nacional por Pastaza e integrante del Movimiento Pachakutik, reafirmo mi compromiso con una fiscalización valiente, técnica y coherente. Trabajaré desde esta comisión con total responsabilidad, representando la voz de la Amazonía y de todos los ecuatorianos que exigen un Estado justo, honesto y eficiente.
¡Seguimos firmes, con dignidad y coherencia!