¡Los ecuatorianos merecen un baño de verdad!

Viernes, 31 de julio del 2020 - 17:39 Imprimir

Señor Carmigniani, una crítica cuyo fin es la construcción de una propuesta coherente que allane el camino para frenar el injusto del cual cientos y miles de ecuatorianos son víctimas, dentro de un sistema estructurado para beneficiar y dejar en la impunidad a un puñado de personas organizadas para estafar; siempre es muy bienvenida, sin importar que su procedencia sea de una derecha recalcitrante, como a la que usted representa y pertenece.

Sin embargo, y haciendo honor a la denominación de su columna, también me dirijo a usted sin ambages. Es mucho más que risible que intente presentarse como el abanderado por excelencia en la defensa de los derechos de los usuarios ante los excesos que se comete por algunas instituciones del Sistema Financiero Nacional, arguyendo sin reflexión alguna que el infra suscrito y la bancada a la que pertenece pretenda legislar a favor de la banca.

Como lo mencioné líneas arriba una crítica constructiva no puede ser ignorada, pero cuando la misma es vana, impertinente y carente de todo contenido; incapaz de resistir al más mínimo análisis objetivo y técnico, resulta por decir lo menos irrelevante. Situación que en este punto nos llevó a cuestionarnos, ¿acaso este descontextualizado alarido merece realmente la pena en ser tan siquiera refutado? Tal vez para usted no señor Carmigniani, pero si en respeto de las y los ecuatorianos y demás lectores que merecen un baño de verdad.

Ecuatorianos, ustedes creen que el señor Carmigniani, un “versado profesional y catedrático en derecho bancario y corporativo”, se ha preocupado por conocer ¿cuál es la realidad de las y los ecuatorianos que han sido víctimas del delito de usura?, ¿creen ecuatorianos que el señor Carmigniani ha perdido el sueño por mantener algún acercamiento con este segmento vulnerable y olvidado de nuestra sociedad?, ¿creen ecuatorianos que el señor Carmigniani conoce por un  acaso cuántas denuncias y juicios por el delito de usura son tramitados y prosperan?, ¿creen ecuatorianos que el señor Carmigniani conoce quizás como los usureros se encuentran blindados por verdaderas estructuras organizadas? Así mismo, creen ustedes que el señor Carmigniani se ha preguntado ¿cuánto deja de percibir el Estado por las rentas generadas en este objeto ilícito?

Efectivamente ecuatorianos, tal como asevera el señor Carminigniani, el COIP recoge en su artículo 309 el delito de usura mismo que sanciona a cualquier persona que otorgue un préstamo directa o indirectamente y estipule un interés mayor que el permitido por ley. Entonces ecuatorianos es justo que el señor Carminigniani, pueda explicar ¿cómo asegura que se excluye a las instituciones bancarias? Una institución bancaria sigue siendo una persona, pero en este caso jurídica, y hasta dónde supongo, el señor Carmigniani debe conocer que el artículo 49 del COIP, reconoce y establece la responsabilidad de las personas jurídicas en el caso de que incurra en alguno de los supuestos previstos en el citado Código, en consecuencia, no existe exclusión, aclarando además que el proyecto de ley no reforma el referido artículo.

Pero lo que si buscamos ecuatorianos con este proyecto de ley es: 1. Que las personas condenadas por el delito de usura no evadan el cumplimiento de su pena huyendo del país, para regresar cuando su pena haya prescrito; 2. Que el inicio de un proceso penal por el delito de usura, suspenda cualquier juicio para cobro de dinero, hasta que el juicio penal no haya concluido; 3. Que la extinción de la acción penal para perseguir los delitos de usura se cuente a partir del día en que el Fiscal cuente con las pruebas necesarias para acusar al usurero; 4. Que toda persona que se dedique al préstamo de dinero lo haga dentro del marco legal establecido en el ordenamiento jurídico y formalice su actividad permitiendo de esta manera mayores ingresos para la hacienda pública; 5. Que las letras de cambio que tienen fechas programadas para pago, no puedan ser ejecutadas o reclamadas por el valor total de la deuda, en caso de no pagar una más cuotas, sino reclamar únicamente las cuotas vencidas; 6. Crear un sistema de Asistencia Jurídica Gratuita en la que los abogados y oficinas jurídicas puedan inscribirse voluntariamente para la defensa de las personas que por su situación especial no puedan pagarse una defensa y que estos sean reconocidas en costas en caso de que la contraparte actúe con mala fe y temeridad.

Entonces, dirigiéndome a usted señor Carminigniani, ¿en qué parte pierde el horizonte?, ¿cuál es su confusión? No quiero suponer que “tan ilustre letrado” es incapaz de discernir el verdadero contenido y propósito de la ley, ya que no limita bajo ninguna óptica al sujeto activo del delito, al contrario, lo que si hace o al menos pretende es eliminar o limitar el campo de acción de los usureros dotando de mayores herramientas a sus perjudicados para defenderse ante estos abusos, para lo cual se establece, entre otras, la obligación de que todos las personas cuyo giro de negocio es conceder préstamos, cuenten con una autorización para prestar su propio dinero, no para captar dinero de los ciudadanos.

Es apenas entendible, que en esta época la derecha haga uso de cualquier artilugio para confundir a los ecuatorianos, buscando desviar la mirada y así ocultar la agenda de sus propios intereses nefastos. Llegando al absurdo de pretenderse defensores de los usuarios y verdugos de quienes todos conocemos, y cuya obediencia se someten, la banca.

Finalmente, señor Carminigniani, no pase por alto ni olvide que al ciudadano al que tan afanosamente crítica es el proponente del Proyecto de Ley Orgánica para Combatir los Abusos en el Sistema Financiero que, a pesar de contar con su informe para primer debate, duerme el sueño de los justos en la Asamblea Nacional, gracias a la renuencia de legislador César Litardo y sus acólitos.

 

Juan Lloret
Asambleísta por Azuay Revolución Ciudadana

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