
Hoy me reuní con las valiosas compañeras de la fundación DesafioDerechos para abordar una urgencia que no podemos postergar: la necesidad crítica de fortalecer la Educación Sexual Integral (ESI) en todo el país. Como asambleísta y defensora de los derechos de la niñez, tengo claro que sin ESI, nuestras niñas, niños y adolescentes quedan sin las herramientas esenciales para tomar decisiones autónomas sobre su vida, y lo que es más grave, sin la capacidad de prevenir y protegerse de las violencias.
Nuestro encuentro de esta mañana fue el punto de partida para una colaboración estratégica y con visión de futuro. Nuestro objetivo es construir acciones concretas, respaldadas por evidencia, que se traduzcan en escuelas seguras, donde el conocimiento empodere; en familias informadas, capaces de guiar con afecto y conocimiento; y en políticas públicas robustas que protejan incondicionalmente la vida y la dignidad de cada menor. Este trabajo es una prioridad legislativa y social.
Quiero ser enfática: la ESI no es una opción, es un derecho fundamental. Es la herramienta más eficaz para cuidar, prevenir la violencia sexual, el embarazo adolescente y garantizar el pleno ejercicio de los derechos de la niñez. Seguiremos impulsando esta agenda con toda nuestra fuerza, porque mi compromiso es con las generaciones futuras.
Liliana Elizabeth Durán Aguilar nació en Abañín, una parroquia de la histórica ciudad de Zaruma, en la provincia de El Oro. Se define como una lideresa feminista y una luchadora incansable por los derechos de las mujeres y los trabajadores. A lo largo de su vida ha sido promotora socio-organizativa y ha mantenido un firme compromiso con la Revolución Ciudadana, desde donde ha articulado acciones en favor de una sociedad más justa y equitativa.
Su trayectoria se ha centrado en el impulso de leyes y proyectos que promuevan la autonomía económica de las mujeres, su empoderamiento real y el ejercicio pleno de sus derechos, especialmente en lo relacionado con la toma de decisiones sobre sus cuerpos y vidas. Además, ha dedicado su vida a defender los derechos laborales, revalorizando al capital humano como motor del desarrollo.
Es licenciada en Gestión del Desarrollo Local Sostenible por la Universidad Politécnica Salesiana. Se ha formado como defensora de los derechos humanos de las mujeres con ONU Mujeres (UNIFEM), y se ha capacitado en normas internacionales del trabajo y derechos laborales en espacios de alto nivel como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Turín (Italia), Madrid (España) y Antigua (Guatemala). Asimismo, cursó formación en Realidad Nacional y Género en el marco de programas impulsados por el BID, la OIT, la CIOLS/ORIT y la Universidad de Chile.
En el ámbito político, fue Asambleísta Nacional del Ecuador durante el período 2017-2021, tiempo en el cual presidió la Comisión Especializada Permanente de los Derechos de los Trabajadores y la Seguridad Social, así como el Grupo Parlamentario por los Derechos de los Trabajadores y el Grupo Interparlamentario de Amistad con Cuba. También se desempeñó como primera vicepresidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) entre 2014 y 2021, y lideró importantes espacios de participación ciudadana y feminista como el Foro Permanente de las Mujeres Ecuatorianas y la Asamblea Ciudadana Plurinacional e Intercultural para el Buen Vivir.
Entre sus reconocimientos destacan la mención de honor del Premio “Manuela Espejo”, otorgado por el Municipio de Quito en 2012, y el reconocimiento al Liderazgo Comunitario por parte de organizaciones sociales en diciembre de 2024. Ha sido autora y coautora de diversas publicaciones sobre derechos de las mujeres, participación política y liderazgo social, además de haber contribuido con artículos en encuentros internacionales y en informes alternativos ante organismos como la CEDAW.
Liliana Durán también ha ejercido cargos honoríficos de relevancia, como vocal del Directorio del Consejo Nacional de las Mujeres (hoy Consejo Nacional para la Igualdad de las Mujeres y Género), vicepresidenta alterna de la CIOSL y representante del sector laboral en el directorio del SECAP, siendo la primera mujer en ocupar dicha representación.
Su voz firme y comprometida sigue siendo un referente en la defensa de los derechos humanos, la igualdad de género y la justicia social en el Ecuador.