La ciudadanía demanda transparencia, partidos políticos responsables y procesos democráticos que fortalezcan la confianza en las instituciones. Desde la Asamblea Nacional dimos un paso firme al aprobar la Reforma Constitucional a los artículos 110 y 115, que ahora será sometida al pueblo ecuatoriano a través de referéndum.
Estas reformas buscan garantizar un sistema político más sólido y coherente, en el que el financiamiento de las organizaciones políticas no sea un privilegio mal utilizado, sino un mecanismo transparente y controlado por la decisión ciudadana. Es el pueblo quien debe tener la última palabra en un tema que impacta directamente en la democracia.
Como legisladores, tenemos la obligación de legislar con visión de futuro y responsabilidad. No se trata de parches ni atajos, sino de impulsar cambios profundos que devuelvan legitimidad a la política y aseguren que las organizaciones representen de verdad a la sociedad.
Con esta decisión, reafirmamos nuestro compromiso con la transparencia y con un Ecuador donde la democracia sea más participativa, incluyente y honesta. Es el pueblo quien decidirá, y esa es la mayor garantía de un sistema político fortalecido.