La inauguración del Centro Violeta del Carchi nos recuerda que cada acción en favor de las mujeres y familias que sufren violencia es un paso hacia un país más justo y seguro. Hoy pude constatar de primera mano la importancia de este espacio para brindar atención integral y acompañamiento especializado.
Los servicios ofrecidos incluyen apoyo legal, psicológico y social, permitiendo que las víctimas no solo sean escuchadas, sino también empoderadas para recuperar su autonomía. Centros como este son fundamentales para transformar la vida de quienes atraviesan momentos difíciles.
La existencia de espacios especializados demuestra que la protección de los derechos humanos no es opcional, sino una obligación de todos los niveles de gobierno. Es necesario seguir fortaleciendo políticas públicas que prevengan la violencia y fortalezcan la asistencia a quienes la sufren.
Agradezco a todas las personas que hacen posible este centro, y desde la Asamblea Nacional reafirmo nuestro compromiso de apoyar iniciativas que empoderen a las mujeres, fortalezcan la justicia y construyan una sociedad más equitativa y segura