REFORMAS LOC: DE LAS SANCIONES A LA JUDICIALIZACIÓN

Miércoles, 19 de diciembre del 2018 - 14:20 Imprimir

Expresar mi malestar y rechazo por no haber sido socializado el informe de minoría que realizamos los asambleístas de la revolución ciudadana, miembros de la comisión… Tengo entendido que en las otras comisiones cuando existe un informe de minoría es también socializado y enviado para que lo conozcan los 137 asambleístas. El presidente de la comisión NO AUTORIZÓ ENVIAR ESTE INFORME.

Irónicamente cuando se habla de libertades se censura un informe. Irónicamente cuando se habla de pluralidad de voces, no se da paso a los criterios de quienes están contra esta reforma. Habrá que preguntar si fue una iniciativa de un asambleísta o si, por ahí, hubo alguna orden o temor de que no se apruebe la Ley tal como vino de Carondelet.

En todo caso, yo no tengo el más mínimo temor de recordar que esta reforma nos enfrentó a pretensiones tan absurdas como derogar la profesionalización, bajar el salario de los periodistas, eliminar la producción nacional, dejar sin frecuencias a medios comunitarios, derrumbar el concurso para la adjudicación de frecuencias, eliminar las acciones afirmativas entre otras propuestas…

Gracias a  los trabajadores de la comunicación y los colectivos sociales, detuvimos muchas de estas pretensiones.

El artículo 42 mantiene la PROFESIONALIZACION PORQUE NO CUALQUIERA PUEDE SER PERIODISTA. Se reconocen excepciones, como las personas que tienen espacios de opinión; profesionales o expertos de otras ramas que tienen programas o columnas especializadas; y, medios comunitarios. No se confundan que NO defendemos un cartón, defendemos derechos: el derecho a la educación y el derecho a un salario digno.

Pero, hay que advertir que en esta reforma existe la posibilidad de que el Estado acredite a los trabajadores de la comunicación, según su experiencia. Dejando abierta las condiciones al reglamento de la norma y haciendo posible una precarización laboral, que no solo impide el derecho a la educación de los trabajadores sino que los podría limitar a sueldos de miseria. Un riesgo que era una amenaza constante para los periodistas antes de la vigencia de esta Ley.

El propósito de estas reformas era mejorar, actualizar y corregir; pero nunca disminuir los derechos ciudadanos o derogar la ley, que a propósito es inconstitucional hacerlo por ser un mandato popular de 2011.

Pero hoy, lastimosamente, nos enfrentamos a una reforma que propone una ley meramente declarativa. Esta reforma no significa mayores libertades; todo lo contrario, es un verdadero riesgo.

De aprobarla estaríamos dando paso a una ley punitiva que judicializa la comunicación y deja en la indefensión a los ciudadanos, a todos aquellos que no tengan plata, influencias o tiempo para enfrentar una causa en el sistema judicial.

Y es que, con la excusa de eliminar las sanciones económicas, en algunos casos desproporcionadas, los trabajadores de la comunicación se enfrentarán ante jueces que a buen criterio impondrán sanciones que podrían ser de orden civil, penal o administrativo

Seamos claros: con esta reforma no se acaban las sanciones, se las traslada a los tribunales, que es distinto. Se eliminan todos los mecanismos y figuras de conciliación, de consenso y diálogo, como la Defensoría de Audiencias, que amparaba los derechos ciudadanos, para en su lugar exponernos al represamiento de causas frente a una justicia que tarde y muchas veces no llega, pudiendo dejarnos es la más absoluta indefensión.

¿Cómo es posible que es en esta reforma se hable de  “autorregulación”? Si creemos que los medios pueden autorregularse, ¿para qué reformar la ley?, ¿para qué tener ley?

Estos son los peligros de la autorregulacion:

NO se apuñala por amor, SE LLAMA FEMICIDIO y con este tipo de notas periodísticas estamos naturalizando la violencia contra las mujeres…

Todos estaremos de acuerdo que quien escribió esto, más que una sanción económica o penal, necesita con urgencia capacitarse. No basta la autorregulación. Hacer una ley dejando ÚNICAMENTE el tema de la autorregulación significa no garantizar derechos, ni reparación, ni contenidos de calidad

Debe haber una instancia técnica especializada que -sin atentar contra los derechos de expresión, opinión o cualquiera de las libertades señaladas en la constitución- se asegure que los medios no vuelvan a hacer este tipo de cosas. La autorregulación no puede traducirse en impunidad.

Esta reforma, colegas asambleístas, es inconstitucional. Atenta –directamente- con lo que establece la Constitución en el numeral 3 del artículo 17: “EI Estado fomentará la pluralidad y la diversidad en la comunicación, y al efecto: No permitirá el oligopolio o monopolio, directo ni indirecto, de la propiedad de los medios de comunicación y del uso de las frecuencias”.

En ese sentido, debe quedar claro que eliminar la prohibición que consta en el artículo 6, que dispone que “los medios de comunicación social de carácter nacional no podrán pertenecer en todo o en parte, de forma directa o indirecta, a organizaciones o compañías extranjeras domiciliadas fuera del estado ecuatoriano ni a ciudadanos extranjeros, salvo aquellos ciudadanos extranjeros que residan de manera regular en el territorio nacional”, nos enfrenta a una situación en la que, a través de diferentes movimientos jurídicos y financieros -fuera de nuestro país, utilizando paraísos fiscales y empresas offshore- se permita la concentración de medios e –indirectamente- la construcción de oligopolios mediáticos

Estos son los principales riesgos y falacias que esconde este proyecto de reforma.

Sin embargo, para finalizar quiero hacer una ADVERTENCIA: de aprobarse, No permitamos que los pocos puntos positivos -que hemos logrado defender en la Comisión- se pierdan

Por ejemplo, el CORDICOM debe mantener su conformación. Los trabajadores de la comunicación; los medios públicos, privados y comunitarios; las organizaciones sociales; y, las organizaciones ciudadanas relacionadas a la promoción de la cultura tienen que ser escuchados en el CORDICOM. CIUDADANIZAR EL CORDICOM ES DEMOCRATIZAR LA COMUNICACIÓN.

Cuidado y pretenden eliminar o disminuir el 5 por ciento de contenido intercultural que, por obligación deben transmitir diariamente los medios… Cuidado e intenten reducir el uno por uno de los contenidos musicales nacionales en la programación radial. Sin embargo, vale la pena decir que estos nos son avances en las reformas, lo que hemos impedido es que en esto también se den retrocesos, porque esto la ley actual ya lo contempla.

Pero sobretodo, mucha atención en no permitir que las frecuencias sean entregadas a unos pocos. Todos debemos defender: El 25% de puntaje que se da a los medios comunitarios en cada etapa del concurso de frecuencias, así como debemos apoyar la prohibición de la renovación automática de frecuencias y todos exigir un concurso que tiene que volver a hacerse de forma inmediata y sin la participación de quienes cometieron irregularidades. ¡Eso es transparencia!

Marcela Holguín
Asambleísta por Pichincha Revolución Ciudadana

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