Colegas asambleístas nuestro principal compromiso debe ser: Ningún niño sin escuela, ningún niño maltratado, ningún niño con hambre. Y para cumplir con ese objetivo no basta la retórica. Es momento de plantearnos objetivos claros y acciones conjuntas y sobre todo una lucha que sea real y unánime y que vaya en contra del recorte de presupuesto que este gobierno ha hecho al sector social. La tan repetida austeridad ya no puede seguir afectando a más ecuatorianos, hay miles sin empleos, jóvenes que en este momento claman por trabajo, salud y educación. Es momento DESDE AQUÍ DE DECIR BASTA A ESTAS POLÍTICAS MISERABLES QUE DAÑAN Y EMPOBRECEN A NUESTRA GENTE…
Si nuestro compromiso con “poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición” es real, entonces todos estarán de acuerdo en sumar esfuerzos para que Ecuador vuelva a ser el campéon latinoamericano en reducción de desigualdad. Ese es el único camino viable y el único compromiso cierto!
Es innegable que son las desigualdades sociales y económicas las que agravan el problema del hambre. Los ecuatorianos que viven en situación de pobreza, los niños y niñas, las mujeres, nuestros pueblos indígenas, los habitantes rurales y todos las familias que sufren el desempleo son los sectores más vulnerables al hambre y la desnutrición.
Mientras el plan nacional de desarrollo “Toda Una Vida”, de este gobierno, ofrece que para el 2021 la desnutrición crónica en menores de cinco años será del 14%; Ecuador es uno de los países con mayor desnutrición crónica de América Latina, según datos de la Organización de las Naciones Unidades para la Alimentación y la Agricultura.
Al 2018 Ecuador registra un 27,2% de todos los niños menores de 2 años con desnutrición crónica, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. Esto a pesar de que del 2014 al 2018, es decir en la tan criticada época de la Revolución Ciudadana, en el área rural, el indicador de desnutrición crónica en niños menores de cinco años, pasó de 32% a 28%... Estos son hechos reales, palpables y no las mentiras y los circos a los que nos tienen acostumbrados… Entonces, coincidirán conmigo que es momento de cambios y de ofrecer todo nuestro apoyo a la propuesta legislativa del asambleísta Proaño que busca un Ecuador con cero hambre.
Por esta razón, suguiero al colega proponente, considerar los siguientes cambios:
1. 1. Incluir dos numerales más en los principios enumerados en el artículo 4 que son los siguientes:
h. Integralidad. El Estado, en sus distintos órdenes de gobierno, desarrollará políticas públicas integrales eficaces para garantizar de manera permanente y con carácter de prioridad nacional el derecho a la salud, alimentación y nutrición de las niñas, niños y adolescentes, con la participación ciudadana y comunitaria.
i. Continuidad de las políticas públicas. Con el fin de garantizar el cumplimiento de esta ley en el mediano y largo plazo, a través del fortalecimiento de los mecanismos de participación ciudadana y comunitaria, asignación de presupuesto, el monitoreo y la evaluación.
1. 2. En el artículo 8 eliminar el numeral 10, e incluir un inciso con el siguiente texto: “El ente rector del Sistema tiene la facultad de convocar a cualquier otra entidad pública, privada o de la sociedad civil, para dar cumplimiento a lo establecido en la presente ley”
Esto con el objetivo de que las entidades llamadas por el ente rector sean convocadas cuando fuera necesario hacerlo, dependiendo del caso o tema a tratar, y no formen parte permanente del Sistema.
1. 3. En el artículo 12 sobre los deberes y atribuciones de la Autoridad Educativa Nacional como ente rector incluir un literal con el siguiente texto:
“Propender al desarrollo y creación de huertos orgánicos en los centros de educación para ayudar en la concientización del cuidado de la naturaleza y aprendizaje del desarrollo de la vida en la agricultura”
1. 4. En el artículo 13 sobre los deberes y atribuciones de la Autoridad Nacional de Salud incluir un literal con el siguiente texto:
“Realizar visitas periódicas a los centros de educación para comprobar mediante exámenes médicos a las niñas, niños y adolescentes, el progreso y aplicación de la presente ley con el fin de levantar informes que serán presentados al ente rector del Sistema.”
Finalmente, hay que dejar en claro que nada justifica el hambre, la exclusión y la indiferencia. Es hora de rechazar un modelo de austeridad basado en el hambre y las necesidaes de nuestra gente. Es hora de exigir un modelo económico y social que priorice la inversión en el sector social (educación, salud, trabajo) fortaleciendo a los sectores más vulnerables de nuestro Ecuador…
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