Aquellas personas que a lo largo de su vida nos entregaron todo, merecen nuestro afecto y apoyo.
Que grato estar con quienes viven y sirven en el Centro Gerontológico Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Un lugar muy especial, en Penipe.
Entre risas, conversaciones y espuma, compartimos minutos para el alma y la memoria.
Un enorme abrazo