La aprobación o la observación de la Proforma del Presupuesto General del Estado es una de las tareas más delicadas que tenemos como legisladores, ya que el Presupuesto además de definir y dirigir los ingresos y los gastos de una gran parte del sector público, guían al gobierno, pero sobre todo orientan al país, en todo lo que respecta a la ejecución de la política económica y social de los ecuatorianos.
No puedo dejar de referirme a la expectativa política y ciudadana, para recibir la primera proforma elaborada por un equipo económico que ha hecho énfasis permanente en la incorporación de políticas de austeridad en el manejo del gasto público. Bajo esta premisa, debo reconocer ciertos ajustes, que frente a la situación económica que vive el país, aún se muestran insuficientes.
Algunas reflexiones que pongo a su consideración:
De los documentos recibidos por la Función Ejecutiva, no se observa una proforma elaborada con estimaciones conservadoras. Debo señalar, que realmente no existe una sanción por pro formar con exceso de optimismo. Es preferible que el Gobierno Nacional se muestre conservador al momento de proyectar los ingresos en el Presupuesto y que dejemos a un lado la sobre estimación de ingresos del Estado, ya, que esto podría desencadenar estados de necesidad y déficit fiscal.
Insto a los expertos a la utilización de supuestos macro-económicos realistas. Con esto me refiero a la inflación proyectada y al precio que se estima tendrá el petróleo, que en este caso se basa en un aumento en la producción de crudo y en un precio de referencia de $58,3 por barril, superior al precio de $41,9 contemplado en la proforma del Presupuesto General Estado de 2018, precio que no considera la histórica volatilidad del mercado petrolero.
La Corporación de Estudios para el Desarrollo CORDES, en su documento “Proforma 2019” afirma, entre otros puntos, el riesgo que prevén los ingresos proyectados y la necesidad inminente de financiamiento es exorbitante.
La Proforma 2019, no presenta de manera clara el déficit que enfrentaría el gobierno nacional en el ejercicio realizado para el año 2019. Se ha convertido en práctica común que nos presenten de manera confusa la magnitud del déficit del Presupuesto General del Estado. Es necesario un detalle preciso, con datos confiables de las fuentes de financiamiento a las que tendrá acceso el Estado para cubrir el déficit y sobre todo la deuda pública.
El artículo 280 de la Constitución señala que el Plan Nacional de Desarrollo es el instrumento al que se sujetarán las políticas, programas y proyectos públicos; la programación y ejecución del presupuesto del Estado; y la inversión y la asignación de los recursos públicos. Es necesario regresar y mirar ese mandato constitucional, para así establecer con responsabilidad los objetivos de la política económica, y asegurar una adecuada distribución de los ingresos del Estado.
Lamento que la comisión no haya podido contar con la exposición del titular de SENPLADES, la proforma debe estructurarse en base a esos lineamientos. La reducción de pobreza, la generación de empleo, el cierre de brechas territoriales, la generación de complementariedad con iniciativas privadas, el incremento de productividad para fomentar exportaciones deberían ser los focos de desarrollo a perseguir.
Nada se ha dicho de la inserción de Ecuador en la economía mundial; sobre aumentar el nivel de inversión extranjera per cápita, al menos al 20% por ciento como lo tienen los países pares.
La Cepal presentó el informe “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2018”; allí se examina la evolución regional de la inversión extranjera directa. En el caso de Ecuador, tras alcanzar un valor récord en 2015, la Inversión Extranjera Directa descendió un 44% en 2016 y posteriormente retomó valores similares a los de años previos, con ingresos por USD$606 millones aproximadamente que se reflejan en el año 2017. Muy por debajo de nuestros vecinos pares.
Sobre las concesiones, la proforma incluye como un ingreso permanente a “otras concesiones” por un valor redondo de $ 1.000 millones. Si se busca ceder la administración de activos estatales al sector privado, me pregunto ¿los $1.000 millones corresponden al anticipo de rentas futuras? De ser así, no, se trataría de un ingreso permanente, esto debe ser revisado.
Las concesiones, transferencias corrientes y otros ingresos no son permanentes, y he sido enfática en esto. La proforma presentada por el Ejecutivo no establece un mecanismo claro, así como tampoco un detalle del listado de los posibles proyectos, bienes o empresas que se van a concesionar, como los respectivo montos y plazos. Es imprescindible que se detalle un sólido y claro sustento técnico que realmente justifique esto.
Sobre el rubro asignado a educación superior, las universidades expresaron reiteradamente en la comisión, su preocupación por el recorte las asignaciones. Soy transparente y en efecto se ha recibido explicaciones sobre que en el presupuesto 2018 codificado se incluyen asignaciones adicionales establecidas en disposiciones legales como los recursos comprometidos no devengados, saldos disponibles de autogestión, asistencias técnicas, créditos contratados por las universidades y escuelas politécnicas, entre otros.
El artículo 26 de la Constitución de la República del Ecuador dispone que la educación es un derecho de las personas y un deber ineludible e inexcusable del Estado. Eso nos llama a este pleno de la Asamblea Nacional, a requerir una aclaración pública, concreta, del Ministerio de Finanzas, que asegure que esos conceptos serían incluidos efectivamente durante la ejecución, garantizando así la disponibilidad de los recursos que les corresponda a las universidades y a todas las instituciones de educación superior. La comisión lo ha recomendado, pero considero imperativo que se lo diga y quede en las actas.
Situación igual de lamentable es la situación de Salud, en donde hay reducción y no aumento. Y en donde, según entendidos se estaría poniendo en pausa, incluso a la rehabilitación y mejoramiento de infraestructura hospitalaria, incluyendo las zonas afectadas por el terremoto. Me preocupa el rubro de medicamentos, que ha sido reducido, cuando todos sabemos que estos no han sido manejados en exceso.
En otro tema, los llamo a reflexionar sobre la importancia de crear fondos de ahorro y previsión, que son alimentados con los ingresos extraordinarios. En el terremoto de abril de 2016, nos dio una lección a todos los ecuatorianos respecto a la tragedia de enfrentar un desastre natural sin contingentes económicos. Nada sobre esto.
Imposible desconocer que el escenario mundial nos obliga a estar listos para eventualidades de la naturaleza y a prever, como cualquier padre de familia, está llamado, por su conciencia a hacer.
Finalmente, quisiera comprender cuál es el verdadero objetivo macro económico del gobierno. La lógica nos dice que mientras más presión pone el Estado a los contribuyentes, para exprimirlo con más impuestos, se puede llevar al sector productivo a decaer y, en consecuencia, a generar todo lo contrario, esto es una caída en la efectiva recaudación de impuestos. Seguimos pagando rubro personal de manera desmedida.
Para terminar esta reflexión sobre la Proforma 2019, me pregunto: ¿dónde está el plan de reducción del tamaño del Estado?
Asambleísta Nacional | Integrante de la Comisión Del Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa |
