Qué orgullo haber acompañado la posesión de la Red Mundial de Jóvenes Políticos en Tungurahua.
Como asambleísta joven, estoy convencida de que nuestra generación no le teme al cambio, que levanta la voz y actúa con el corazón.
Este espacio es una muestra de que la juventud tiene la capacidad de construir propuestas sólidas, innovadoras y con sensibilidad social.
¡Sigamos soñando en grande y trabajando juntos por un Ecuador más justo y equitativo, desde la fuerza y convicción de la juventud!