Según las estadísticas obtenidas en la primera Encuesta Nacional de Actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ecuador, en el período 2009 – 2011, nuestro país invirtió en investigación y desarrollo el 0.35% del Producto Interno Bruto (PIB), lejos del promedio de América Latina, que en 2011 alcanzó el 0.75%.
Estimaciones actuales pronostican que recién en el 2014 Ecuador lograría el promedio de Latinoamérica, que en el año 2014 llegó al 2%, sin embargo aún continúa siendo insuficiente comparado con los porcentajes de inversión de los países que más innovan en el mundo.
Además, la referida encuesta muestra que del total de empresas nacionales que introdujeron un nuevo producto al mercado, solamente el 1,3% incorporó un producto novedoso para el mundo, esto ligado a que las fuentes de financiamiento para actividades de innovación provienen de los recursos propios de las empresas (72,80%), seguido por la banca privada (14,50%) y el gobierno (10,15%).
Bajo estos antecedentes, el proyecto de Código de Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación (Ingenios), cuyo informe para primer debate lo preparó la Comisión de Educación, apuesta por la generación de una sociedad democrática fundamentada en la libre circulación de los conocimientos, declarando de interés público el bien conocimiento.
Tal declaratoria viabiliza al conocimiento como una actividad especial dentro de la sociedad para la consecución del Buen Vivir y así el Estado podrá proteger y fomentar el conocimiento mediante sus políticas públicas.
También el código garantiza la libertad de investigación como parte importante de cualquier actividad científica, de tal forma que estas se enmarquen en el respeto a la ética, la naturaleza, el rescate, aprovechamiento y potenciación de los saberes ancestrales y locales.
MG/pv