La corrupción no solo está en el sector público, sino también en el sector privado. Nadie va voluntariamente a un paraíso fiscal para transparentar sus acciones, afirmó el presidente de la República, Rafael Correa, en su informe a la nación en el Pleno de la Asamblea Nacional al sostener que se calcula que existen 30.000 millones de dólares de ecuatorianos en esos paraísos, donde el capital no tiene rostro ni responsabilidad.
Por lo pronto, el Servicio de Rentas Internas ya ha identificado a 1.850 empresas, personas naturales y jurídicas del Ecuador, en 325 intermediarios y más de 900 presuntos clientes con capitales en el exterior. La mayor parte de este capital salió antes de nuestro gobierno. Es decir, no se trata de modelos económicos, se trata de su falta de fe en el país. Son los mismos que dirigen ciertas cámaras de la producción, aquellos que iban a repartir víveres a los damnificados del terremoto, pero tienen doscientos millones de dólares fuera de su propia Patria, agregó el mandatario.
Cuando estos grupos “exigen” generar confianza, cambiar expectativas y tantas frases gastadas, lo que están pidiendo es que nos sometamos a sus intereses. Y hasta esto fuera tolerable si sus intereses fueran los del país, pero se trata tan solo de lucrar lo máximo en el menor tiempo posible, para luego, ante el más pequeño problema, volver a sacar sus capitales, añadió.
Rafael Correa dijo que con pena tiene que decir que han apostado mucho a la inversión extranjera, porque, con las excepciones de siempre, trabajamos con el empresario extranjero mucho mejor que con ciertos grupos nacionales que tienen lobby, prensa y partidos políticos para ejercer presión en función de su codicia.
Es ahora o nunca que nos libraremos del perpetuo chantaje del gran capital. Saldremos adelante sin ellos y su dinero, indicó el Presidente de la República al agradecer a los verdaderos empresarios que confían en el país, que dejan su dinero donde lo hicieron.
Cuánta doble moral de aquellos que hablan de desarrollo nacional e inversión privada, hacen dinero con el sudor de sus trabajadores y nuestros recursos sociales, y luego esconden su plata fuera de nuestras fronteras, en sospechosas empresas de papel o en bancos virtuales, subrayó Rafael Correa al manifestar que lo elemental, para poder aspirar a cualquier dignidad popular, es confiar en su propia Patria, por ello propuso un pacto ético a la República, a fin de que todos rechacen a los candidatos que tienen sus capitales en paraísos fiscales.
Revolución ética
Rafael Correa subrayó que el segundo eje de su programa de gobierno fue la revolución ética lo cual permitió combatir con ejemplo y voluntad política la corrupción. El innovador Sistema de Contratación Pública ha permitido transparentar los procesos y ahorrar recursos al Estado. Ahora todos los funcionarios públicos están obligados a rendir cuentas a la ciudadanía, deben informar sobre el uso de sus presupuestos, la contratación de obras y hasta sobre sus planes operativos anuales. Todo con claridad y transparencia, añadió.
Dijo que su gobierno puso mucho énfasis en combatir un delito como es la evasión de impuestos, lo cual permitió que cada año se aumente la recaudación gracias a un mejor control. “En nuestra Revolución no se tolera la corrupción y los pocos casos que han existido, han sido denunciados y perseguidos por el propio Gobierno”, precisó.
Han buscado en millones de archivos de los llamados “Panama Papers” para tratar de involucrar al gobierno ecuatoriano y al mismo Presidente de la República. Nosotros no tenemos vinculaciones con paraísos fiscales ni el gran capital financiero. Por eso hemos tenido las manos limpias y libres para actuar por el bien común. Encontraron empresas off shore del ex gerente de Petroecuador, funcionario de carrera que ingresó antes de nuestro gobierno y que ya ha sido detenido para investigaciones, aseguró.