Actoría de niñas, niños y adolescentes
Objetivo: El objetivo es empoderar a las niñas, niños y adolescentes su rol activo dentro de la sociedad, desde un enfoque de participación ciudadana y sin la visión adulto-céntrica
Estimadas autoridades presentes de Tabacundo y del Cantón Pedro Moncayo, quiero en primer lugar agradecer por esta invitación y dejarme compartir con ustedes, y con las niñas, niños y adolescentes que formaran parte del Consejo Consultivo local.
La historia de los derechos de la niñez y adolescencia en el mundo tiene más de 171 años, que pueden tener una expresión de legislación concreta como inicio en Francia, con las primeras legislaciones para protección especial de niñas y niños para regular las horas de trabajo y posteriormente su derecho a la educación.
Después de la Primera Guerra Mundial se elaboró el primer instrumento internacional con apenas cinco artículos para tratar sobre derechos especiales para la niñez, en la famosa Declaración de Ginebra en 1924 adoptada por la Liga de Naciones que es el ente predecesor de lo que hoy conocemos como la Organización de las Naciones Unidas.
De esta corta y sentida declaración nace la conmemoración del 1 de junio como Día de conmemoración para las niñas y los niños. Pero esta declaración de Ginebra elaborada por la Fundadora de la organización Save the Children tiene sus bases en un horfanato en Polonia. En 1912 la dirigía el Dr. Janusz Korczak como director del orfanato de niños entre 7 y 14 años de edad. Este médico aplicó innovadores métodos pedagógicos basados en la práctica del concepto “autogernabilidad” donde los niños y las niñas del centro creaban un parlamento para discutir las reglas de convivencia, un tribunal para analizar sus propios casos de adopción, un sistema de guardias para cuidar la disciplina interna, incluso una revista y caja de préstamos.
Korczak demostró con su método pedagógico que el desarrollo de la personalidad de los niños se basaba también en el desarrollo de sus capacidades en la toma de decisiones. Definitivamente no eran adultos, pero demostraron que al ejercer de manera progresiva derechos y responsabilidades fortalecía su crecimiento como personas y garantizaban que de adultos contengan mayor desarrollo de responsabilidad individual y social. Lo que hoy llamamos conciencia social.
Tuvieron que pasar 65 años hasta que en 1989 logramos tener el Instrumento Internacional de Derechos Humanos más ratificado en el Mundo. La Convención de los Derechos del Niño. De 192 países miembros de la ONU, 190 la han ratificado.
La Convención de los Derechos del Niño es el instrumento donde se reconoce ya no unos derechos especiales sino declara que todos los Derechos Humanos son aplicables a los niños, niñas y adolescentes basados en el principio de Interés Superior, es decir, la protección de sus derechos priman por sobre las demás personas.
Los derechos de la participación y de consulta están en esta convención incluidos como derechos humanos para todas las niñas, niños y adolescentes, considerando su rango de edad y desarrollo bio-psico-social. En el año 2003 con la expedición del Código de la Niñez y Adolescencia se supera la visión de una legislación del Código de menores, basado en la doctrina de situación irregular hacia la doctrina de protección integral. Es decir el derecho a la consulta y participación está dentro de un sistema descentralizado, forma parte del sistema de elaboración, ejecución y evaluación de políticas nacionales y locales, así como de la expedición de normas de todo rango que puedan afectar sus derechos.
Montecristi coherente con los derechos y principios de la Convención de los Derechos del Niño, estableció como grupos de atención prioritaria a la niñez y adolescencia, y defendió a nivel constitucional una legislación especializada, un sistema descentralizado, y sobre los derechos de participación fue pionero en garantizar el derecho al voto desde los 16 años sin ser obligatorio pero definiendo que el Consejo Nacional Electoral difunda programas sobre derechos de la democracia y la participación. Incluso para las elecciones de los consejos estudiantiles se lo puede realizar con el apoyo de la Función Electoral.
Los Consejos Consultivos son instancias de participación que en primera instancia nacieron del mandato del Código de la Niñez y Adolescencia en su artículo 198, teniendo el primer consejo consultivo nacional en 2007; y que posteriormente formó parte de la actual Ley Orgánica de los Consejos Nacionales para la Igualdad en el artículo 9.
El fin de los consejos es elaborar entre las autoridades locales y los representantes de la sociedad civil planes y políticas locales que transversalicen el enfoque generacional; incluso incidir en los presupuestos para que planes y programas , así como servicios cuenten con especialidad para niñas, niños y adolescentes.
Los consejos consultivos definitivamente son instancias que fortalecen la democracia en todos los niveles de gobierno, sirven parea fomentar una cultura de rendición de cuentas que participen con otras iniciativas como veedurías, observatorios, cabildos, incluso asambleas populares de niñas, niños y adolescentes.
Lo más importante al conformarse un consejo consultivo es que sus miembros promuevan el cumplimiento de los derechos de niñas, niños y adolescentes y articular el trabajo con otros consejos consultivos cantonales y el nacional.
La participación de los asuntos de interés público comunitario debe empezar desde edades tempranas. Que los adultos sepamos que la voz de la niñez y adolescencia es válida y necesaria para tener una sociedad de paz y verdadera democracia. Ellas y ellos nos demostrarán que es posible otro mundo, otra sociedad, pero deben aprender a usar su voz y su capacidad de cambiar su entorno.
Felicito a Pedro Moncayo por impulsar el funcionamiento de los Consejos Consultivos, y solicito a las autoridades que respeten las formas propias de organización y pensamiento de las niñas, niños y adolescentes que las conformen, pero sobre todo que les brinden el apoyo técnico y recursos necesarios para trabajar. Que estén abiertos a sus propuestas, que respeten sus proyectos y que de alguna manera los lleguemos a concretar.
No nos olvidemos que la visión adultocéntrica rompe las iniciativas y la increíble imaginación de este grupo humano, que es verdad necesita la guía del adulto pero también debemos enseñarles a ser libres. El pensamiento es libertad, sin ella no hay acción para la liberación de la humanidad.
Comunicación Despacho