La política como vocación

Viernes, 05 de agosto del 2022 - 13:07 Imprimir

Max Béber fue uno de los intelectuales más importantes del siglo 20. Si bien destacan sus trabajos en sociología, también fue economista, abogado e historiador. La compilación de sus ensayos en el libro “Economía y Sociedad” es uno de los textos obligatorios para todos quienes se interesan en conocer el funcionamiento de las sociedades.

Y uno de los textos más conocidos, y que debería ser de obligatoria lectura para todos quienes hacemos política, es el “político y el científico”. En este, establece la diferencia entre quien se dedica a la ciencia social, y la necesidad de rigurosidad en el análisis de los fenómenos políticos.

Por otro lado, en su ensayo sobre la política como vocación, define por un lado los tipos de legitimidad de la dominación, y por otro, reflexiona sobre la ética de la responsabilidad y la ética de los valores que debe poseer un político para el ejercicio de su función.

Este tema no está exento de polémica, y ha generado un amplio debate sobre los momentos en que debe ser aplicado. Para algunos, quien ostenta una función pública debe priorizar la ética de la responsabilidad, tomando acciones, formulando políticas públicas y creando leyes enfocadas en alcanzar un bien mayor, que beneficie a la mayoría. Por otro lado, la ética de los valores personales del político estaría limitada a su fuero interno, y los defensores del realismo político han afirmado que en algunas ocasiones, debe primar la ética de la responsabilidad.

Pero si vamos al fondo de este tema, ambas no son excluyentes. Ni siquiera deben equilibrarse entre sí, más bien, van de la mano, ya que la ética de los valores de un político debe contemplar la responsabilidad de hacer lo que le permite el marco jurídico para garantizar el bienestar y la seguridad de la ciudadanía.

Si un político entiende que su ética debe dirigirse a mejorar las condiciones de vida de la gente, los valores intrínsecos que lo definen como persona también irán en la misma dirección, solo así podremos entender que la vocación de un político debe ser el bien común. Un bien común que no es más que proporcionar la igualdad de oportunidades para todos.

Nuestra clase política está desprestigiada, y no solo por lo que sucede el día de hoy, esta crisis de credibilidad la vamos arrastrando durante varios años, con honrosas excepciones que confirman la regla. Pero si esta tendencia sigue, estamos condenados como sociedad a vivir en un continuo estado de desconfianza, en el cual el Estado es visto como una amenaza y no como una alternativa para garantizar una convivencia pacífica.

Ojalá los políticos y los ciudadanos entendamos, de una buena vez, la importancia de la ética. Solo así podemos avanzar en la consolidación de sociedades democráticas, defensoras del pluralismo y garantes del bienestar y progreso para todos.

Marjorie Chávez
Asambleísta por Pichincha Partido Social Cristiano

Youtube - Instagram  - SoundCloud  - Página Personal  -

E-mail - Marjorie Chávez

Av. 6 de Diciembre y Piedrahita · Teléfono: (593)2399 - 1000 | Quito · Ecuador