Hay ciudades que inspiran, pero pocas tienen la magia que nace de su gente. Guayaquil brilla no solo por sus paisajes, su gastronomía o su riqueza cultural, sino por el carácter valiente y resiliente de quienes la habitan.
Es una ciudad que se levanta cada día con espíritu emprendedor, creatividad, calidez y humanidad.
Guayaquil es motor económico del Ecuador, y su bienestar debe ser prioridad para todas las autoridades locales y nacionales. Garantizar seguridad, empleo digno y calidad de vida es una obligación con esta tierra que tanto aporta al país.
Desde la Asamblea Nacional rendimos homenaje a la Perla del Pacífico, con un saludo lleno de respeto, admiración y también compromiso.
Compromiso de seguir legislando y fiscalizando para que su magia no se apague, para que cada guayaquileño y guayaquileña pueda vivir con dignidad, paz y oportunidades.
¡Viva Guayaquil!