La Navidad nos invita a recordar que en la humildad de un pesebre nació El Niño Jesús, de unos padres sencillos, de un pueblo marginado. Donde los demás encontraron pobreza, nació una esperanza para el mundo, hoy tengo la certeza que la esperanza está en nuestros niños y niñas, en sus sueños e ilusiones, por ello nuestro compromiso de velar por sus derechos y construir desde nuestro espacio un mundo mejor.