El Pleno de la Asamblea, este miércoles, 22 de octubre, tramitó en primer debate el proyecto de Ley Orgánica para la Reactivación de la Economía a través del Fortalecimiento de la Vinculación del Sector Económico Productivo con la Educación, que establece el marco normativo para fortalecer la vinculación del sector económico productivo con la educación en sus distintos niveles, a través de educación formal y no formal, como herramienta de productividad, competitividad, investigación aplicada y generación de empleo juvenil.
Diego Franco, presidente encargado de la Comisión del Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa, ponente del informe, destacó que se trata de una ley fundamental para generar empleo digno para los jóvenes e incentivar a que se queden en el país y no tengan necesidad de buscar oportunidades fuera de nuestras fronteras, contribuye a una educación técnica y profesional adecuada a las necesidades de cada una de las regiones y, sobre todo, permite que las empresas puedan ofrecer oportunidades laborales para quienes se encuentran en proceso de formación profesional.
La propuesta busca, entre otros aspectos, promover la empleabilidad y la inserción laboral de los estudiantes; impulsar la reactivación económica a través del fortalecimiento de la vinculación del sector económico productivo con la educación en todos sus niveles; contribuir al mejoramiento continuo de los procesos del sector económico productivo; promover la educación dual; y, fomentar la innovación, la transferencia de conocimientos y el aprendizaje mutuo entre la academia y las organizaciones del sector económico productivo.
Durante el debate, en el cual participaron seis legisladores, se hizo hincapié en la necesidad de garantizar los derechos de los jóvenes a un trabajo digno, con las prestaciones sociales y laborales previstas en la ley, evitar que las pasantías se conviertan en una precarización del trabajo. También, que se requiere destinar recursos del Estado para que los gobiernos autónomos descentralizados puedan participar de este programa de vinculación del sector económico productivo con una educación de calidad.
El proyecto consta de 15 artículos; cuatro Disposiciones Generales; once Transitorias; y tres reformatorias a la Ley Orgánica de Eduación Superior; a la Ley de Emprendimiento e Innovación; y, al Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización.
La iniciativa legal regresó a la Comisión del Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa, a fin de que se sistematicen las observaciones, se amplíe su socialización, en el marco de la elaboración del correspondiente informe para segundo debate.
                
Soy Pablo Jurado, nací en Ibarra el 6 de febrero de 1961 y desde entonces mi vida ha estado ligada a esta tierra que tanto quiero: Imbabura. Vengo de una familia honorable, de esas que te enseñan a valorar cada logro y a nunca olvidar de dónde vienes. Me eduqué en el Colegio Teodoro Gómez de la Torre y luego llegué a la Universidad Central del Ecuador, donde me gradué como licenciado en Ciencias de la Información.
Mi primera pasión fue el periodismo. Empecé como periodista deportivo en varias radios de Ibarra y Quito, con la emoción de un joven que soñaba en grande. Después llegaron los diarios El Comercio en Quito y El Norte en Ibarra, donde pude escribir y compartir mis ideas con la gente. Ese amor por la comunicación me llevó incluso a ser presidente del Colegio de Periodistas de Imbabura y de la UNP.
Con el tiempo, la política me encontró. En 1981 me afilié a la Izquierda Democrática y, desde entonces, fui aprendiendo desde abajo: jefe de Relaciones del Municipio de Ibarra, jefe del IECE, consejero alterno, secretario del Consejo Provincial… Cada cargo me enseñó algo distinto, pero todo me reafirmó que lo mío era trabajar por la gente.
La confianza de mis conciudadanos me llevó a ser concejal en 1996 y en 2002, y en ese último periodo me nombraron vicealcalde. En 2004 la vida me regaló un gran honor: ser elegido alcalde de Ibarra. Allí confirmé que gobernar no es mandar, sino escuchar y servir.
Años más tarde, en 2014, hombres y mujeres de Imbabura me eligieron prefecto. Fueron años de mucho trabajo, donde mi prioridad fue abrir caminos, mejorar la vialidad, impulsar proyectos de riego y darle nuevas oportunidades a nuestra provincia. En 2019 volví a recibir el respaldo inmenso en las urnas y, poco después, tuve el privilegio de presidir el Consorcio de Gobiernos Provinciales del Ecuador por dos periodos consecutivos.
Ahora, en 2025, el destino me puso otro reto: ser asambleísta por Imbabura con el Movimiento Construye. Asumo con la misma convicción que me ha acompañado toda la vida: hacer política no es un privilegio, es un compromiso con la gente.
Soy periodista, abogado, magíster en Derecho Constitucional, pero, por encima de todo, soy un ibarreño agradecido, un hombre que nunca olvida que cada paso que ha dado lo debe al cariño, la confianza y la esperanza de su pueblo. Simplemente, soy el amigo Pablo.