En momentos como este que está atravesando nuestro País, especialmente quienes habitan en las provincias de Manabí, parte de Esmeraldas y otras zonas, es cuando más se necesita que pongamos lo mejor de cada uno de nosotros y nosotras. La tragedia sufrida hace apenas quince días, además de enlutar a cientos de familias de nuestra querida patria trajo consigo pérdidas materiales y económicas, por lo pronto, todavía incalculables, aunque se conoce que a, groso modo, bordearía los tres mil millones de dólares.
Situaciones excepcionales como esta desgracia, sin duda requieren, para su atención, respuestas también excepcionales, rápidas, eficaces y posibles.
Todos y cada uno de nosotros nos sentimos orgullosos de la respuesta oportuna que en diferentes niveles y por varios medios brindó la sociedad ecuatoriana entera para ayudar a los damnificados del terremoto. La solidaridad de los ecuatorianos estuvo a prueba como nunca antes. Es impresionante cómo todo tipo de personas, sin importar ni edad ni posición social y económica, organizaciones de toda clase (civiles, religiosas, académicas, gremiales, políticas, etc), como también, como no podía ser de otra manera, las instituciones del estado se han volcado a atender a nuestros hermanos y hermanas que lo han perdido todo por este terremoto.
Decía que una situación como la que estamos enfrentando requiere de soluciones excepcionales y urgentes. Una de ellas tiene que ver con la búsqueda de los recursos económicos necesarios para afrontar la reconstrucción de las zonas afectadas.
Para tales efectos, el ejecutivo ha considerado necesario plantear al país el proyecto de ley que estamos discutiendo, poniendo énfasis en que las medidas que allí constan tienen el carácter de temporales y se dirigen exclusivamente para atender a las zonas y población afectadas.
Los que pertenecemos a la bancada de alianza país, por supuesto, que apoyamos esta iniciativa legislativa, porque consideramos que, además de apoyar a una iniciativa de nuestro gobierno, tenemos la certeza que apoyamos a la población de las provincias que han sido afectadas por el desastre natural.
Quiero resaltar, especialmente, que hoy tenemos que tener la grandeza para despojarnos de todo tipo de cálculos políticos y personales y estar a la altura que las circunstancias requieren y exigen. Este es un momento de actuar con frialdad y firmeza, sin dubitaciones, porque mientras más rápido la administración gubernamental cuente con recursos suficientes y necesarios, más rápido veremos las ciudades reconstruídas y nuevamente vigorosas, pujantes, dinámicas como lo han sido históricamente.
También creo que debemos ser consecuentes con el mandato e itinerario que el pueblo ecuatoriano ha impuesto y delineado desde hace nueve años, pues a encargado el poder y la administración a Alianza País, por lo que debemos persistir en dar el voto de confianza a la administración del Presidente Constitucional de la República, Rafael Correa Delgado.
No nos perdamos en discusiones y debates acerca del modelo económico, pues todo el modelo, social, político y económico será evaluado y juzgado por el pueblo en el próximo proceso electoral. Confiamos, humildemente que hemos hecho mayormente bien las cosas y esperáramos con confianza contar nuevamente con el apoyo popular. Pero, hoy, insisto, pensemos únicamente en nuestros hermanos y hermanas de Manabí y parte de Esmeraldas que serán quienes se beneficien de esta Ley.
Como decía, toda acción de solidaridad, venga de donde venga, es encomiable y bienvenida. eso no debe parar nunca, ni para estos momentos ni para ningún otro. no cabe duda, que este tipo de comportamiento está en la esencia de la ecuatorianidad. celebro en lo más alto que seamos así.
Sin embargo, es incuestionable que se requiere también un nivel de organización y guía para ser más eficaces, rol que aquí y en cualquier otra parte del mundo, está y debe estar en manos de las instituciones del estado. esto no quiere decir que estado y sociedad deben trabajar de espaldas. Al contrario, es cuando más necesitamos que se trabaje en unidad, que todos y cada uno aportemos, como dije, en un principio, con lo mejor de cada uno.
Ya habrá tiempo para hacer política, pero política de tesis, ideas y programas. no hagamos de este desastre natural un hecho para aprovechar políticamente. Proceder así, no es justo ni digno y no guarda consideración con los damnificados.
En cuanto al proyecto es importante resaltar que grava mayormente a quienes más tienen y se ha tenido el cuidado de no afectar a la mayoría de la población.
Por supuesto que hay debate en cuanto al impacto en la recaudación por el incremento del iva. esto ha sido aclarado ya por el director del SRI. Pero, como decía, este es un momento que requiere respuesta excepcional y rápida. se ha pensado que el incremento del IVA es una opción, difícil, discutible pero necesaria. El tiempo se encargará de decirnos si fue acertada o no, tomando en cuenta las circunstancias.
Finalmente, reiteramos que estas medidas son esencialmente temporales.
Que esta sea una ocasión para trabajar unidos y demostrar que los ecuatorianos, en esto también, somos solidarios y consecuentes.
Asambleísta por la Provincia del Cañar Asambleísta Alterna Directora Provincial de Turismo del Cañar Coordinadora Provincial de Turismo del Cañar...
