El Turismo Rural sostenible: una alternativa para el desarrollo de nuestras parroquias

Miércoles, 08 de agosto del 2018 - 11:13 Imprimir

El presente artículo explora algunas conceptualizaciones respecto de la definición de turismo rural, desde una visión práctica, partiendo de un proyecto que he impulsado desde hace algunos años atrás denominado “Escápate a un Paso”, cuyo objetivo fundamental ha sido dar a conocer a través de la difusión en redes sociales los destinos y potencialidades de las parroquias rurales de la provincia de Pichincha, destacando semanalmente la importancia económica que tiene la actividad turística para las poblaciones receptoras, así como los beneficios y bondades climáticas y actividades de interés para el turista local. Asimismo, se ha advertido los potenciales riesgos que una actividad descontrolada puede presentar, no sólo por el fenómeno de la aculturación sino particularmente por posibles daños al entorno natural. Pretendo hacer un análisis de lo que constituye el producto turístico para formular un concepto de lo que es el desarrollo turístico sostenible y los principios para preservar el legado histórico, cultural y natural del turismo rural, invitando finamente a un diálogo abierto a las parroquias y actores del turismo rural con la finalidad de contar con visiones y criterios que nos permitan construir de manera conjunta una reforma a la Ley de Turismo, tomando en consideración las necesidades del turismo rural sostenible desde la visión del agroturismo, el turismo de aventura, el turismo de salud, el turismo religioso, algunos de ellos ya considerados,  per no definidos en el área del ecoturismo.

El producto turístico

El producto turístico puede definirse como el conjunto de bienes y servicios que se pone a disposición de los visitantes para su consumo directo; bienes y servicios que son producidos por diferentes entidades, pero que el turista percibe como uno solo.

Se entiende que el producto turístico no es igual en todos los lugares o regiones, pero debe contar con determinadas características básicas que permitan satisfacer las necesidades de los turistas tanto en su trayecto como en su destino, dentro de sus capacidades propias. En tal sentido, según la clasificación del profesor Jafari[1] (1973), podemos identificar lo siguiente dentro del turismo rural:

Orientado hacia el turista: Todas las actividades económicas relacionadas con el turismo. Bienes y servicios que son producidos fundamentalmente para el consumo de los turistas que logran un beneficio económico para sus productores. Estos pueden ser servicios de hospedaje, alimentación, guías de turistas, información y otros.

Orientado a los residentes: Bienes y servicios que son producidos principalmente para el uso y consumo de la población local, como puede ser la infraestructura, la seguridad, farmacias y hospitales, tiendas y muchas otras.

Producto integrado: Es la totalidad de bienes y servicios que el turista requiere mientras se encuentra lejos de casa, y que en términos generales es la suma de los bienes y servicios de las dos categorías anteriormente mencionadas.

Turismo rural sostenible en nuestras parroquias: el deber del Estado de legislar de acuerdo a tal necesidad

El hecho turístico es, en la actualidad, una realidad cotidiana de la cual participa directa o indirectamente la mayoría de la población. Las necesidades de impulso y desarrollo del turismo rural y las tendencias modernas del desplazamiento de habitantes urbanos en búsqueda de la naturaleza, crean la necesidad imperiosa de proteger, a la vez que potenciar las capacidades turísticas de las áreas naturales y rurales, en un equilibrio adecuado que evite al máximo el impacto ambiental a la vez que ponga en valor los aspectos culturales de cada espacio y zona. Como se ha abordado permanentemente en las diversas entregas de “Escápate a un Paso”, es indispensable tomar en cuenta la participación de las comunidades receptoras en los beneficios del turismo rural, ya que uno de los principios de la sustentabilidad es mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los habitantes de las zonas rurales que cuentan con la posibilidad de recibir visitantes. Por ello se requiere que el desarrollo turístico se fundamente en el desarrollo e incentivo constante, lo cual justifica la necesidad de implementar un diálogo abierto con miras a la presentación de una reforma a la Ley de Turismo vigente, con el propósito de construir y conceptualizar el turismo rural. Cabe enfatizar la importancia, en este aspecto, del  ecoturismo, aprovechando sus múltiples y diversos parajes y beneficios. En cada caso, las comunidades debemos estudiar y desarrollar un sistema sostenible propio, ya que cada región requiere de facilidades y servicios específicos según el tipo de turismo que recibe o que se propone recibir.

En el respectivo proyecto de Ley, propondremos desde la integralidad algunos ejes de reforma:

Reformas que busquen las mejoras agropecuarias y las posibles iniciativas de agroindustrias, sobre la base de impulsos e incentivos;
Reformas en uso sustentable de energías y adecuado aprovechamiento de recursos naturales;
Reformas que aseguren la disposición de basura y el reciclaje de los desperdicios de manera sustentable en el entorno del medio ambiente desde las condiciones y particulares de la ruralidad
Reformas que procuren incentivos para el fomento y promoción   de los procesos de alimentación tanto de la población local como de la población visitante, enfatizando la gastronomía local y su puesta en valor;
Generar mecanismos de incentivos que fomenten las microempresas de servicios de apoyo al turismo dentro de la integralidad y particularidad de las zonas.

CONCLUSIONES

El Turismo Rural en el Ecuador es un hecho social insoslayable con importantes consecuencias socioeconómicas para todos los sectores abiertos a este fenómeno y que pretendan participar de su desarrollo de manera sustentable y sostenible.

En el caso de nuestras parroquias, y sobre la  base de la experiencia del programa “Escápate a un Paso”, es posible entender que es necesario analizar el producto turístico particular de cada parroquia para adecuarlo a la demanda, también particular, del mercado que se pretenda captar y que puede tener distintos motivantes de desplazamiento.

Es necesario comprender que todo turismo participa activa o pasivamente  del bagaje cultural  de la comunidad  local, para canalizarlo hacia un turismo de incentivo y puesta en valor de las culturas locales y sus diversas manifestaciones.

Es necesario, en aras de  proteger tanto los espacios naturales como la propia cultura de la ruralidad, que los desarrollos turísticos no solo se conduzcan en esquemas de sustentabilidad, sino que se ajusten al patrimonio natural y cultural de cada zona.

[1] Jafari, J. (1973). Role of tourism on socio-economic transformation of developing countries, (Mecanografiado)

Soledad Buendía
Asambleísta por Pichincha Otros Movimientos

Integrante de la Comisión De la Biodiversidad y Recursos Naturales Visita mi Perfil

 

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