Hoy, en la Comisión de Gobiernos Autónomos, Descentralización, Competencias y Organización del Territorio de la Asamblea Nacional —que tengo el honor de presidir— recibimos a la prefecta del Guayas, Marcela Paola Aguiñaga Vallejo, y a representantes de la empresa concesionaria Conorte S.A. para conocer de primera mano los hechos que desencadenaron en la caída del puente. El momento no fue sencillo:
Exigimos transparencia y claridad en las cifras de mantenimiento, frecuencia de revisiones y estado real de la estructura antes del incidente.
Solicitamos la colaboración de entidades como el Ministerio de Obras Públicas y la Secretaría de Gestión de Riesgos para que nos remitan informes técnicos y planes de contingencia.
¿Por qué este esfuerzo?
Porque todas y todos merecemos saber las causas de este lamentable suceso y, sobre todo, evitar que tragedias similares se repitan. Cuando se trata de la seguridad de la ciudadanía, no hay espacio para la negligencia. Durante la sesión, reiteré mi solidaridad hacia el pueblo guayasense, que hoy llora a sus fallecidos y sufre por la incertidumbre que dejan estos acontecimientos.
La labor de la Comisión
Aunque la Constitución y las leyes establecen las competencias de fiscalización sobre prefectos en el seno de sus Consejos Provinciales, mi deber como legisladora y presidenta de esta Comisión es garantizar que el dolor de la gente no se use con fines políticos, sino que se traduzca en acciones concretas para mejorar nuestra estructura vial, exigir rendición de cuentas y ofrecer respuestas puntuales.
Mi compromiso es trabajar sin descanso para que estos hechos sean esclarecidos. Confiamos en que los informes técnicos y las comparecencias adicionales revelen por completo si el exceso de peso por parte de vehículos pesados pudo ser la causa principal del desplome, y si existen otras responsabilidades que deban ser señaladas.
Soy Victoria Desintonio, Asambleísta por la provincia del Guayas, de la Bancada Ciudadana. Soy defensora de los derechos de la mujer y sus reivindicaciones. Busco la generación de oportunidades para todos y todas. Tengo treinta y cinco años, mi compañero de vida es John y soy madre de Ezequiel y Rafael. Desde joven, decidí luchar por la eliminación de las causas de la desigualdad y la injusticia
A los diecisiete años me vincule al Movimiento Jubileo 2000. Participé en el impulso a proyectos de formación sobre el tema de la deuda, en la construcción de normativas para el control del endeudamiento público y veedurías, y en el impulso de iniciativas de vigilancia ciudadana a la deuda externa ecuatoriana.
He participado intensamente en el movimiento de mujeres, donde he compartido nuestras luchas por los derechos humanos. Me vinculé al proceso de la Asamblea Constituyente de 2008, en particular en la creación del Mandato Juvenil Constituyente, desde el Acuerdo Nacional de Jóvenes. Ese momento marcó mi vida, pude valorar desde la realidad, la importancia de la participación. Esta iniciativa ciudadana, plasmó los anhelos y demandas de jóvenes ecuatorianos en la nueva Constitución, que siento mía.
Fui consejera del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, designación que obtuve a través del voto popular.
Fui asambleísta desde mayo de 2021, hasta la disolución de la Asamblea por muerte cruzada en mayo de 2023. En la Asamblea, propuse la derogatoria de la mal llamada Ley Humanitaria, que precarizó el trabajo de miles de ecuatorianos y ecuatorianas.
Vuelvo a la Asamblea Nacional para construir ese Ecuador que represente igualdad y equidad para todos y todas.