Mientras las lluvias arrasan cultivos, puentes y hogares en Tosagua, Cojimíes, Pedernales y decenas de parroquias, el Estado sigue sin entregar los recursos que les pertenecen a los gobiernos locales.
¿Sabías que Finanzas reconoce apenas USD 210 millones, pero las prefecturas hablan de más de USD 536 millones?
Los municipios y juntas parroquiales también muestran cifras muy superiores a las que declara el Ejecutivo.
Esta no es una pelea de cifras: es la diferencia entre un puente reparado a tiempo o una comunidad aislada; entre un albergue digno o familias en la intemperie.
¿Qué exigimos?
Comparecencia presencial e indelegable del ministro de Economía y Finanzas, Luis Alberto Jaramillo. La emergencia no espera videollamadas ni excusas burocráticas.
Transparencia absoluta: necesitamos saber qué se paga en efectivo y qué se “compensa” con bonos. Los papeles no tapan huecos ni alimentan a quienes lo han perdido todo.
Cronograma de pagos inmediato que responda a la crisis invernal. Las provincias no pueden planificar con promesas.
¿Por qué insistimos?
Porque la Constitución es clara: esos recursos son de los territorios, no un favor del Gobierno Central. Y porque cada día de retraso cuesta vidas, producción y futuro. No vamos a permitir que esta conversación se politice; se trata de justicia, no de colores partidarios.
La fuerza del Ecuador está en sus territorios. No voy a descansar hasta que los recursos lleguen, completos y a tiempo. La emergencia es hoy, la respuesta también debe serlo.
Soy Victoria Desintonio, Asambleísta por la provincia del Guayas, de la Bancada Ciudadana. Soy defensora de los derechos de la mujer y sus reivindicaciones. Busco la generación de oportunidades para todos y todas. Tengo treinta y cinco años, mi compañero de vida es John y soy madre de Ezequiel y Rafael. Desde joven, decidí luchar por la eliminación de las causas de la desigualdad y la injusticia
A los diecisiete años me vincule al Movimiento Jubileo 2000. Participé en el impulso a proyectos de formación sobre el tema de la deuda, en la construcción de normativas para el control del endeudamiento público y veedurías, y en el impulso de iniciativas de vigilancia ciudadana a la deuda externa ecuatoriana.
He participado intensamente en el movimiento de mujeres, donde he compartido nuestras luchas por los derechos humanos. Me vinculé al proceso de la Asamblea Constituyente de 2008, en particular en la creación del Mandato Juvenil Constituyente, desde el Acuerdo Nacional de Jóvenes. Ese momento marcó mi vida, pude valorar desde la realidad, la importancia de la participación. Esta iniciativa ciudadana, plasmó los anhelos y demandas de jóvenes ecuatorianos en la nueva Constitución, que siento mía.
Fui consejera del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, designación que obtuve a través del voto popular.
Fui asambleísta desde mayo de 2021, hasta la disolución de la Asamblea por muerte cruzada en mayo de 2023. En la Asamblea, propuse la derogatoria de la mal llamada Ley Humanitaria, que precarizó el trabajo de miles de ecuatorianos y ecuatorianas.
Vuelvo a la Asamblea Nacional para construir ese Ecuador que represente igualdad y equidad para todos y todas.