Hoy, en la Asamblea Nacional, hemos aprobado con 99 votos el informe de amnistías elaborado en la Comisión de Garantías Constitucionales, Derechos Humanos, Derechos Colectivos y la Interculturalidad. Este es un paso crucial hacia la justicia y la unidad en nuestro país, en apoyo de los luchadores y las luchadoras sociales, los criminalizados y perseguidos políticos de octubre, sus familias y sus hijos.
Durante el debate, tuve la oportunidad de intervenir y destacar la importancia de la protesta social en sociedades democráticas. Quise recalcar cómo la criminalización de estas manifestaciones tiene como objetivo silenciar voces y sembrar miedo en la ciudadanía. En Ecuador, en octubre de 2019, hubo un rechazo generalizado de la política de eliminación de subsidios a los combustibles, y la respuesta del gobierno fue una represión sin precedentes desde la vuelta de la democracia en 1979.
Denuncié los casos de Virgilio Hernández, Paola Pabón y Christian González, acusados de delito de rebelión sin pruebas, y Joffre Poma, detenido durante una protesta pacífica en una estación petrolera. También mencioné el trágico caso de Víctor Guaillas, defensor de la naturaleza que fue asesinado en prisión sin haber tenido la oportunidad de apelar su caso.
El presidente Guillermo Lasso ya expresó su deseo de otorgar indultos y amnistías a aquellos que han sido apresados por razones políticas. Ahora, es responsabilidad de la Asamblea Nacional dar contenido y coherencia a este proceso de pacificación del país.
Las amnistías que hemos aprobado serán en beneficio de todas las personas que han luchado por la naturaleza, los territorios, los pueblos y la resistencia social. Estamos trabajando por la justicia y la unidad en nuestro país, y continuaremos luchando por los derechos de todos los ecuatorianos.
Soy Victoria Desintonio, Asambleísta por la provincia del Guayas, de la Bancada Ciudadana. Soy defensora de los derechos de la mujer y sus reivindicaciones. Busco la generación de oportunidades para todos y todas. Tengo treinta y cinco años, mi compañero de vida es John y soy madre de Ezequiel y Rafael. Desde joven, decidí luchar por la eliminación de las causas de la desigualdad y la injusticia
A los diecisiete años me vincule al Movimiento Jubileo 2000. Participé en el impulso a proyectos de formación sobre el tema de la deuda, en la construcción de normativas para el control del endeudamiento público y veedurías, y en el impulso de iniciativas de vigilancia ciudadana a la deuda externa ecuatoriana.
He participado intensamente en el movimiento de mujeres, donde he compartido nuestras luchas por los derechos humanos. Me vinculé al proceso de la Asamblea Constituyente de 2008, en particular en la creación del Mandato Juvenil Constituyente, desde el Acuerdo Nacional de Jóvenes. Ese momento marcó mi vida, pude valorar desde la realidad, la importancia de la participación. Esta iniciativa ciudadana, plasmó los anhelos y demandas de jóvenes ecuatorianos en la nueva Constitución, que siento mía.
Fui consejera del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, designación que obtuve a través del voto popular.
Fui asambleísta desde mayo de 2021, hasta la disolución de la Asamblea por muerte cruzada en mayo de 2023. En la Asamblea, propuse la derogatoria de la mal llamada Ley Humanitaria, que precarizó el trabajo de miles de ecuatorianos y ecuatorianas.
Vuelvo a la Asamblea Nacional para construir ese Ecuador que represente igualdad y equidad para todos y todas.
