En el Pleno de la Asamblea Nacional intervine para pedir la derogatoria de la mal llamada Ley Humanitaria:
Nuestro compromiso es defender al personal de salud que arriesgó su vida durante la pandemia, y luchar por la justicia laboral que merecen.
Una falla fundamental en los contratos emergentes, permitidos por esta ley, es que el carácter de "emergente" no tiene un punto final definido. A pesar de que una emergencia, por definición, tiene un límite, estos contratos se siguen celebrando en un número cada vez mayor.
Proponemos que todos los contratos emergentes, que hayan superado los 90 días del período de prueba, adquieran automáticamente el carácter de indefinidos. Esta medida busca proteger a los empleados, garantizando estabilidad y seguridad laboral.
Cuando un candidato pide el voto con ofertas de campaña, esas promesas no deben caer en saco roto. Por eso estoy aquí hoy, cumpliendo con mi compromiso de luchar por los derechos de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país. Nos encontramos en un momento histórico: el desastre provocado por esta ley está a punto de llegar a su fin.
No les hemos fallado a ustedes, nuestros mandantes que nos confiaron su voto. No los defraudaremos. Este es un paso gigante hacia la justicia laboral: ¡no más contratos emergentes!
Lamentablemente, miles de médicos y médicas se quedaron esperando sus nombramientos, y el único artículo de esta Ley que valía la pena fue declarado inconstitucional. Sin embargo, no los abandonaremos en esta lucha.
La Disposición General Sexta permite que los trabajadores con funciones sanitarias o administrativas, que trabajaron desde el inicio de la pandemia, reciban un adicional del 25% que será computado al puntaje final en concursos de méritos y oposición. Este es un reconocimiento a su ardua labor y sacrificio durante una etapa crítica en la historia de nuestra nación.
Seguiremos luchando por los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras. Juntos, construiremos un futuro más justo y equitativo.
Soy Victoria Desintonio, Asambleísta por la provincia del Guayas, de la Bancada Ciudadana. Soy defensora de los derechos de la mujer y sus reivindicaciones. Busco la generación de oportunidades para todos y todas. Tengo treinta y cinco años, mi compañero de vida es John y soy madre de Ezequiel y Rafael. Desde joven, decidí luchar por la eliminación de las causas de la desigualdad y la injusticia
A los diecisiete años me vincule al Movimiento Jubileo 2000. Participé en el impulso a proyectos de formación sobre el tema de la deuda, en la construcción de normativas para el control del endeudamiento público y veedurías, y en el impulso de iniciativas de vigilancia ciudadana a la deuda externa ecuatoriana.
He participado intensamente en el movimiento de mujeres, donde he compartido nuestras luchas por los derechos humanos. Me vinculé al proceso de la Asamblea Constituyente de 2008, en particular en la creación del Mandato Juvenil Constituyente, desde el Acuerdo Nacional de Jóvenes. Ese momento marcó mi vida, pude valorar desde la realidad, la importancia de la participación. Esta iniciativa ciudadana, plasmó los anhelos y demandas de jóvenes ecuatorianos en la nueva Constitución, que siento mía.
Fui consejera del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, designación que obtuve a través del voto popular.
Fui asambleísta desde mayo de 2021, hasta la disolución de la Asamblea por muerte cruzada en mayo de 2023. En la Asamblea, propuse la derogatoria de la mal llamada Ley Humanitaria, que precarizó el trabajo de miles de ecuatorianos y ecuatorianas.
Vuelvo a la Asamblea Nacional para construir ese Ecuador que represente igualdad y equidad para todos y todas.
