Como asambleísta comprometida con el bienestar y la seguridad de nuestro país, hoy intervengo en la sesión 011 de la Comisión de Gobiernos Autónomos, Descentralización, Competencias y Organización del Territorio. Es un día crucial, no solo por los temas a tratar en esta sesión, sino también por el contexto en el que nos encontramos.
Nuestro país atraviesa un período crítico, una especie de guerra interna, que es consecuencia de las decisiones y acciones de los últimos gobiernos. Estos siete años han sido testigos de una desestabilización progresiva, donde lo que prevalece es un profundo dolor al observar cómo Ecuador, nuestro hogar, ha sido llevado a una situación de inseguridad y crisis.
Es desgarrador ver cómo hemos pasado de una década de prosperidad a enfrentarnos a la peor crisis en la historia de nuestro amado Ecuador. La inseguridad, que alguna vez fue un tema ajeno para nosotros, ahora es una realidad cotidiana. Hemos perdido el estatus de ser uno de los países más seguros de América Latina, algo que alguna vez nos llenó de orgullo.
Esta situación no es producto del azar; es el resultado de decisiones políticas desacertadas. Los dos últimos gobiernos, liderados por Lenin Moreno y Guillermo Lasso, jugaron un papel crucial en este declive. La desmantelación de sistemas clave como los Ecu 911, los despidos de personal esencial y la falta de recursos asignados a los GADs para trabajar en la seguridad son solo algunos ejemplos de cómo se ha gestionado la seguridad nacional.
En esta sesión, quiero recalcar que estamos en una batalla contra el crimen organizado, una guerra que nos afecta a todos. Como representante de la Comisión de GADs, me dirijo al Presidente Daniel Noboa y a todos los ecuatorianos: es momento de unir esfuerzos, de trabajar juntos para superar este desafío.
Desde mi posición, ofrezco mi apoyo incondicional en esta lucha. Esta es una batalla de todos los ecuatorianos, y solo juntos podemos aspirar a restaurar la paz y la seguridad en nuestro país.
Soy Victoria Desintonio, Asambleísta por la provincia del Guayas, de la Bancada Ciudadana. Soy defensora de los derechos de la mujer y sus reivindicaciones. Busco la generación de oportunidades para todos y todas. Tengo treinta y cinco años, mi compañero de vida es John y soy madre de Ezequiel y Rafael. Desde joven, decidí luchar por la eliminación de las causas de la desigualdad y la injusticia
A los diecisiete años me vincule al Movimiento Jubileo 2000. Participé en el impulso a proyectos de formación sobre el tema de la deuda, en la construcción de normativas para el control del endeudamiento público y veedurías, y en el impulso de iniciativas de vigilancia ciudadana a la deuda externa ecuatoriana.
He participado intensamente en el movimiento de mujeres, donde he compartido nuestras luchas por los derechos humanos. Me vinculé al proceso de la Asamblea Constituyente de 2008, en particular en la creación del Mandato Juvenil Constituyente, desde el Acuerdo Nacional de Jóvenes. Ese momento marcó mi vida, pude valorar desde la realidad, la importancia de la participación. Esta iniciativa ciudadana, plasmó los anhelos y demandas de jóvenes ecuatorianos en la nueva Constitución, que siento mía.
Fui consejera del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, designación que obtuve a través del voto popular.
Fui asambleísta desde mayo de 2021, hasta la disolución de la Asamblea por muerte cruzada en mayo de 2023. En la Asamblea, propuse la derogatoria de la mal llamada Ley Humanitaria, que precarizó el trabajo de miles de ecuatorianos y ecuatorianas.
Vuelvo a la Asamblea Nacional para construir ese Ecuador que represente igualdad y equidad para todos y todas.
