Sábado 2 de agosto de 2014. a las 12h00.
Saludamos el CENTÉSIMO TRIGÉSIMO ANIVERSARIO DE CREACIÓN de nuestro querido cantón Santa Ana, tierra del gran río y de la Poesía.
Santa Ana, la de las grandes montañas, cubiertos de caña guadua, de culturas llenas de sabiduría, el de los obreros y campesinos, el de los balnearios llenos de colores y alegría, ciudad bella, cantada por los poetas, vigilada por las majestuosas torres de su Iglesia, dueña de un pasado hidalgo. Pero sobre todo de hombres y mujeres valientes, leales, alegres y soñadores; como la gente hoy aquí presente.
Santa Ana, ha sido parte del país en que se ha llevado adelante cambios estructurales, como la revolución radical que con Alfaro a la cabeza permitió afianzar la riqueza de este cantón a través de la construcción del ferrocarril desde esta ciudad hasta el puerto de Manta. Cambios radicales que han servido de base para hoy modificar las relaciones de poder. Cambios sistemáticos y ordenados, de los cuales desde la Asamblea Nacional nos hemos propuesto, junto a mis compañeros, profundizar.
Hablamos de celebrar la creación de Santa Ana, pues bien con cada esfuerzo acompañado de transparencia, y honradez, estamos consolidando una vez mas la existencia de este cantón y de la Patria toda, reforzamos sus cimientos, y la sana convivencia entre sus ciudadanos.
Hoy en día, el principal agente de acción colectiva es el Estado pero no es el único.
Debemos construir el poder popular conformado por todas las formas de organización democrática, y de las más disímiles formas de participación ciudadana; bogando para que el soberano sea el protagonista de su propio destino.
De nada sirve ganar una elección si no se es parte de un proyecto que cambie las estructuras nocivas y caducas que existen en nuestra Patria. De nada sirve ganar una elección si las diferencias no permiten que haya convergencias. De nada sirve ganar una elección si lo personal se superpone a lo programático. De nada sirve ganar una elección si Manabí no está unida. El cambio empieza hoy con una simple pero responsable decisión de querer ser parte de él.
Como Asambleísta comprometido con los grandes cambios y transformaciones sociales, que redimirán las condiciones y niveles de vida del pueblo ecuatoriano, es de Justicia hacerme presente en un acto de tanta trascendencia e importancia cívica. Por ello hago llegar un saludo de la Asamblea Nacional. el mismo que distingue en su contenido lo siguiente: