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La CECCYT se encuentra en pleno tratamiento del Código INGENIOS. En las numerosas sesiones llevadas a cabo, se ha buscado incluir los aportes de organizaciones y particulares, en su afán de hacer la mejor legislación posible, la cual constituirá la plataforma para el cambio de matriz productiva.
El 6 de junio de este año fue entregado a la Asamblea Nacional el Proyecto de Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación-Código INGENIOS, o también COESC-I, como era conocido anteriormente.
Se trata de un Código que influirá de manera definitivamente positiva en todos los ámbitos de la producción, promoviendo la innovación, premiando la creatividad y catapultando una nueva forma de entender la economía y la generación de la riqueza.
Pero no es solamente esto lo que lo convierte en un proyecto único. Resulta particularmente llamativa la forma en que ha sido diseñado, construido y perfeccionado, labor que continúa al momento -de hecho, los Asambleístas miembros de la Comisión han trabajado en horarios extendidos para cubrir con la minuciosidad que merecen, los más de 500 artículos, más numerosas disposciones de este Código-.
La Ley, desde sus mismos inicios, ha sido alimentada con los aportes de la ciudadanía en las diferentes etapas de su gestación. Las visitas de grupos ciudadanos, empresas, gremios, organizaciones sociales, artísticas, productivas, políticas, étnicas, así como individuos particulares, fueron bienvenidas desde el principio, primero en la institución gestora de la Ley, la Senescyt. Por otra parte, el Código contó con una platraforma Wiki, que permitió recolectar cerca de 40,000 aportes al texto. Ha sido la primera vez en la historia del país, que una Ley es trabajada bajo esta modalidad. Adicionalmente a ésto, se realizaron decenas de talleres en todo el territorio nacional, para recoger aportes de sectores como estudiantes, investigadores, gremios de la producción, universidades, etc.
Una vez que la Ley fue entregada a la Asamblea, el proceso de socialización continuó. Más de 36 organizaciones, gremios, asociaciones, empresas y particulares, desde abogados en libre ejercicio hasta estrellas del firmamento artístico, han sido recibid@s en Comisión General para expones sus puntos de vista respecto al texto.
Las opiniones de la ciudadanía común también nos hacen sentir la gran expectativa que ha generado esta Ley en todo el país. En un breve sondeo al azar, hemos escuchado términos como "matriz tecnológica", "cambio de matriz productiva", "economía basada en el conocimiento", "apostarle al talento humano para el crecimiento de la producción", "investigación para energías que contaminen menos", dichos por personas que no han participado de manera directa en la redacción de la Ley, pero que consideran que éstos enunciados serán los beneficios que ésta les aportará. Es en momentos como éste, que nos damos cuenta de que estamos acercándonos a un cambio cultural, y que éste cambio, tanto de la cultura material como de la simbólica, va a ser el producto de un proceso en el que han participado quizá miles de personas, y que justamente, en este instante, está en manos de personas que, con patriotismo y entrega, serán el factor pivotal para permitir que la Ley vea la luz, y se convierta en la realidad que tod@s esperamos.