D.M, 9 de octubre del 2013
193 años cumple Guayaquil desde que proclamó su independencia el 9 de octubre de 1820. “Guayaquil se encuentra resuelta, fervorosa, luchadora en la democracia y progreso, con gran orgullo de su gente”, dice el historiador Efrén Avilés.
A fines de septiembre de 1820 llegaron a Guayaquil tres oficiales venezolanos del batallón Numancia, el comandante Miguel Letamendi y los capitanes Luis Urdaneta y León de Febres-Cordero. Para los patriotas José de Antepara y José de Villamil, estos eran los refuerzos que la causa necesitaba para proclamar la independencia.
El 1 de octubre de 1820, a pedido de Isabelita Morlás, José de Villamil organizó en su casa una velada social, formalmente realizada en honor de la joven, pero aquel encuentro social fue la oportunidad para planificar los ideales de libertad.
Hacia la medianoche los patriotas juraron triunfar o morir en su lucha libertaria. Es por ello que Antepara llamó a este juramento “La fragua de Vulcano”, en honor al dios mitológico del fuego y la forja, dotado de la destreza para elaborar las más perfectas obras del universo entero.
La noche del 8 de octubre los patriotas se reunieron para ultimar detalles de la revolución y luego asignarse las respectivas misiones, con lo que cada uno partió a cumplir su destino frente a la historia.
Al amanecer del día 9 de octubre, a las 02h00, el capitán Febres-Cordero se dirigió al cuartel de Granaderos, que estaban preparados con armamento y permanecían en calma para no despertar sospechas.
Febres-Cordero, en compañía de soldados se dirigió hasta los cuarteles de Artillería, donde se apoderó del regimiento. En ese acto detuvieron al Comandante de las Fuerzas Reales, al Gobernador y a sus acompañantes. Al amanecer del 9 de octubre de 1820, hombres, mujeres y niños recorrían las calles de la ciudad al grito de ¡Viva la patria y la libertad!
PABELLONES. Se ubicaron en los balcones de las casas pabellones de cinco franjas horizontales: tres azules y dos blancas; en el centro azul, tres estrellas que representaban a los tres departamentos del Ecuador, en que se encontraba dividido en ese entonces. De esta manera se redactó el Acta de Independencia de Guayaquil el 9 de octubre de 1820, firmando el documento algunas figuras claves de la revolución. Las tropas y el pueblo respaldaron el movimiento y una vez asegurado el control del poder se nombró una Junta de Gobierno presidida por José Joaquín de Olmedo.
ESTRATÉGICA. Simón Bolívar, el “Libertador”, y José de San Martín, el “Protector”, apreciaron el valor de la gesta y todo lo estratégico que significaba Santiago de Guayaquil y, en el deseo de tenerla de su lado, la escogieron para celebrar sus históricas reuniones del 26 y 27 de julio de 1822, reuniones que marcarían el destino libertario del Ecuador.
DE IMPORTANCIA. Este acontecimiento histórico fue de gran importancia, porque abrió las puertas a la liberación del resto de la Presidencia de Quito, la ubicación estratégica de Guayaquil permitió el ingreso de provisiones, armamento, tropas, es decir, la Independencia del Ecuador se consolidó sobre la Revolución del 9 de octubre de 1820, porque sería de ahí de donde saldrían las tropas libertarias de Colombia hacia las demás ciudades de la Sierra y, en especial a Quito, que sería liberada el 24 de mayo de 1822 .
Lcdo. Alberto Zambrano
ASAMBLEÍSTA DE LA REPÚBLICA
Y su equipo de trabajo
Asambleísta por la provincia de Orellana | Presidente de la Comisión De la Biodiversidad y Recursos Naturales | Movimiento Patria Altiva i Soberana Visita mi Perfil
