El empleo es el factor que más incide en el nivel de vida. Para la mayoría de las personas, el trabajo es la principal fuente de ingresos, especialmente en los países más pobres. Muchas familias caen en la pobreza o escapan de ella porque sus miembros pierden u obtienen un empleo. Las oportunidades de empleo remunerado, incluso en el trabajo autónomo, ofrecen a los hogares los medios para aumentar el consumo y reducir su vulnerabilidad.
La Población en edad de Trabajar (PET), es la que según la legislación de cada país, tiene capacidad legal de incorporarse al mercado de trabajo; variando según la época. Asimismo, según el Censo 2010 de Población y Vivienda del INEC, la Población Económicamente Activa (PEA), es aquella conformada por las personas de 10 años y más que trabajaron al menos 1 hora en la semana de referencia, o que no laboraron, pero tuvieron empleo (adecuado o inadecuado); o, aquellas personas que no tenían empleo, pero estaban disponibles para trabajar y buscaban empleo (desempleadas). Mientras tanto, que la Población Económicamente Inactiva (PEI) es aquella conformada por personas de 10 años y más, que no buscan empleo (PEI).
Vale recalcar que dentro de la PEA, se encuentran las personas que el mercado laboral se clasifican bajo el estado de: “empleo adecuado”, “empleo inadecuado” y “desempleo”. Se denomina empleo inadecuado a aquel que no cumple con los requerimientos de una jornada legal de trabajo ni genera al menos un salario mínimo vital. Igualmente, es importante identificar que la PEA es parte de la PET, y que ésta última, es parte de la población total de un país.
En Ecuador, la PEA equivale al 53% de la PET, y ésta última, representa el 79,4% de la población total del país; por ende, también se puede deducir que la PEA es igual al 42,1% de la población total del país. Además, hay que recalcar que en Ecuador el 47,8% de la población tiene “empleo adecuado”, el 48% “empleo inadecuado” y el 3,9% está “desempleada”.
En Manabí, la PEA equivale al 43,9% de la PET, y ésta última, representa el 78% de la población total de la provincia; por ende, también se puede argüir que la PEA es igual al 34,2% de la población total de la provincia. En Chone, la PEA equivale al 45,4% de la PET, y ésta última, representa el 78,5% de la población total del cantón; por ende, también se puede alegar que la PEA es igual al 35,6% de la población total del cantón.
En términos absolutos, las poblaciones de Ecuador, Manabí y Chone, son iguales a 14'483.499, 1'369.780 y 126.491 habitantes, respectivamente. Mientras que la PEA en las jurisdicciones mencionadas fue tan solo igual a: Ecuador (6'093.173 personas), Manabí (496.513 personas) y Chone (45.049 personas). Estas cifras muestran claramente que solamente una de cada tres personas en Chone y Manabí buscan empleo, y que, casi la mitad de quienes realizan un trabajo (95,8% de la PEA), tienen un “empleo inadecuado”.
Consiguientemente, en Manabí de 475.659 personas que realizan un trabajo, 228.316 poseen un “empleo inadecuado”. Mientras que, en Chone de 43.157 personas que realizan un trabajo, 20.715 poseen un “empleo inadecuado”.
En general, hay muchas causas que dificultan la generación de empleos, entre ellas, limitado acceso al financiamiento, desconocimiento de procesos de producción y mercados, infraestructura privada y estatal insuficientes, normativa jurídica inadecuada, escasa mano de obra calificada, entre otras. Este entorno poco propicio también es una causa de la informalidad en el mercado laboral, que, además, limita su crecimiento y productividad.
Los empleos en Manabí se distribuyen en actividades laborales muy frágiles, existen 123 mil personas que trabajan por cuenta propia y 109 mil personas que trabajan como jornaleros o peones; tan solo existen 110 mil empleados y trabajadores privados, y, 13 mil patronos, entre otros. Ocurre lo mismo en Chone, donde existen 12 mil personas que trabajan como jornaleros o peones y 11 mil personas que trabajan por cuenta propia; tan solo existen 6 mil empleados y trabajadores privados, y, mil patronos, entre otros.
Los empleos con alta productividad influyen en la forma en que las personas se ven a sí mismas, la manera en que se relacionan con otros sectores y en como perciben el papel que desempeñan en la sociedad. De esta manera, el crecimiento económico de la provincia tiene lugar a medida que los empleos se vayan haciendo más productivos, pero también a medida que se vayan creando empleos más productivos y desaparezcan los que lo son menos
En Manabí, el incremento de la productividad en ciertas actividades agrarias (como en el caso del maíz, cebolla perla y atún), el acceso a actividades no agrícolas en pequeña escala y la transición hacia el empleo asalariado, son hitos en el camino hacia un mayor nivel de vida.
Para abordar los desafíos que demanda la creación de empleos en la provincia, se requiere un enfoque integrado que promueva emprendimientos y cree una legislación especial para los mismos, principalmente de los pequeños y medianos emprendedores; así como, fortalezca los empresarios existentes, y ayude a adoptar prácticas responsables y sostenibles para lograr ser competitivos a medida que se vayan abriendo los mercados en el mundo.