Sesión: 340, martes 21 de julio de 2015 (9h30)
Compañera Presidenta
Compañeros y compañeras asambleístas
Ecuatorianos, Ecuatorianas
Desde el año 2007, teníamos el desafío inmenso de poner en movimiento una sociedad hastiada de una clase política irresponsable, de reactivar una economía paralizada y de liberar un Estado secuestrado por intereses particulares de toda índole.
Ocho años después, podemos decir que se está honrando la voluntad popular, pues se ha transformado la pluralidad de demandas sociales en un proyecto significativamente histórico que está cambiado el Ecuador y que, ha mejorado el nivel de vida de todos y todas.
La inmensa mayoría del pueblo ecuatoriano, tranquila pero presente, tranquila pero alerta, impasible pero jamás timorata, abandera este proyecto, defiende lo logrado, y proclama incansablemente: !El pasado no volverá!
Es inadmisible compañeros ver la avaricia, la prepotencia, la violencia, la agresividad, la mentira y el descaro, con que los grupos más retardatarios de derecha -los que siempre se oponen- quieren atacar a un gobierno. Aquellos que tienen como único pretexto, el planteamiento de leyes justas para las grandes mayorías, que promueven mayor equidad en una misma casa llamada Ecuador, pero que, afectan los intereses mercantilistas de esa pequeña minoría. Lo cual, ha generado un ataque concertado, lleno de manipulación, de desinformación, que rechazamos contundemente, ya que, ¡Toda excesiva acumulación de riqueza es injusta, es inmoral!
Ante ello, hay que recordarles que fuimos nosotros en la Constituyente de Montecristi , a pesar de la oposición de los que ahora también se oponen, quienes votamos por un Estado que consagra el dialogo permanente, con fines concretos y con metodología establecida. No nos equivocamos, hemos venido llevando a cabo un diálogo, no exclusivo, de leyes, en mayor o menor intensidad, siempre buscando reducir la inequidad y la insultante injusticia social.
Democráticamente, se conmina a los distintos actores políticos de la oposición a que, en el ejercicio de sus legítimos derechos a oponerse, lo hagan, observando la Constitución y la ley, pero sobre todo, en el marco del respeto a los y las ciudadanas.
Somos una generación de derechos y obligaciones. Con ello, debe morir ese país dominado por mafias, por dilapidadores de fondos públicos, por falsos convencionalismos y por falsos discursos. A cambio, debe surgir la Patria del hombre como actor principal y responsable de su propio desarrollo.
Como ciudadanos y ciudadanas de un país en construcción, en donde primen los valores del ser humano, por encima del lucro sin fin, o, del agenciamiento partidista que se congrega, una vez mas, para desestabilizar un país, y a río revuelto, obtener sus intereses oprobiosos.
NO VAMOS, a permitir que aquellos que dividieron al Ecuador, en ciudadanos y ciudadanas, de primera y segunda clase, alguna vez nos representen.
NO VAMOS, a permitir que aquellos fueron cómplices del fortalecimiento de grupos de poder y conspiradores del empobrecimiento de las clases sociales mas vulnerables, pretendan romper el orden constituido en las urnas.
NO VAMOS, a permitir que asalariados de multinacionales o acólitos de organismos internacionales que pretenden manejar nuestro país a su antojo, hablen de traición, cuando la única Patria que conocen es el dinero y el poder político.
NO VAMOS, a permitir que los que ya gobernaron nuestro país y lo convirtieron en un botín, nos pretendan adoctrinar sobre modelos de administración pública.