¡Rafael Correa prepara una cadena nacional para este cuerpito!

Jueves, 03 de octubre del 2013 - 10:49 Imprimir

Campesina Bonita foto universidad central Ecuador ¿CUAL ES EL TRAUMA QUE CAUSÓ LOURDES TIBAN A RAFAEL CORREA?

¡Rafael Correa prepara una cadena nacional para este cuerpito!

No se realmente qué pasa por la “cabecita del Presidente Correa” para llegar a tal extremo de pensar en hacer una cadena nacional con una foto de mi bella y añorada juventud en la Universidad Central.

Supe hace meses por el personal de la U. Central, que la Presidencia de la República había requerido copia de mi expediente estudiantil. Le dije dele una copia, pero también dele en el H...O...C...I...K..O y muéstrele que fui una excelente estudiante y me gradué con 10/10. De manera que al mirar los datos no pudo hacer nada....

Después mando a seguir con la inteligencia, tanto a mi como a mi marido, para ver en que andamos...gracias a Dios, el joven de la inteligencia nos llamó a las dos de la mañana y dijo “madrina cuídense porque estamos destinados 15 días a seguirlos”...jjjjjjj justo fue un ahijado...al menos sirvió de algo...porque otros compadres, con el respeto y ha excepción de algunos...son más traidores que para que les cuento...

Despechado de no encontrar nada...con algunos mashis vendidos al correismo...organiza un evento indígena en Riobamba. Donde ni para mentir sirve. Dice que hubo 30 mil indígenas pero el estadio solo es para 14 mil ..jjjj. En todo caso, va allá para no más de decir que soy una mujer MISHKI SHIMI y JAYAK SHUNKU (que soy de labios dulces pero que tengo un corazón amargo...tal vez, porque no le correspondo...pero que tonto..como voy a corresponder si soy casada, y lo que es más..a mi me gusta un hombre...como Raúl).

Despuécito me saca una cadena sobre “los mismos de siempre”...lo cual le salió el tiro por la culata..porque esa cadena me ha reposesionado como una luchadora de siempre, desde siempre y por siempre ...y no de ahora y por ahora...¡chebre!

Bueno, y aquí viene lo ultimo que prepara. Me acaban de filtrar desde Carondelet, la foto adjunto, con el cual se prepara una cadena nacional...esto es de RIPLEY.... jjjjjj la disposición escrita dice: “TOTALMENTE SEGURO QUE ES ELLA. HAY QUE VERIFICAR QUE ES ELLA. DE SERLO...¡INCREÍBLE! HABRÍA QUE DARLE MUCHA DIFUSIÓN...¿DISTINGUEN A LOS PERSONAJES DE EXTREMA DERECHA?”

¿Qué BESTIA de enfermo mental es este Sr? Resulta que ahora ya no me puedo tomar fotos con mis panas? Más aun cuando la foto tiene que ver con la vida estudiantil de la universidad Central del Ecuador, donde ni compré ni falsifiqué el titulo, ni copie la tesis como algunitos que mejor no digo porque ya saben a quien me refiero...

Le pregunto a éste enfermo ¿Qué de malo ve en la foto? La foto muestra a la camarada del 4to curso de licenciatura de la UCE. El graduado de que derecha va ser se llama Santiago Trujillo – fiscal, al que le estoy abrazando otro fiscal que antes llamaba Alex Pullopaxi, hoy Alex Oyos, el otro Romel Renjifo de Cotopaxi, el de la camisa Azul otro cotopaxense David Baéz, funcionario de Aduanas Cotopaxi, todos mis grandes amigos y camaradas de la Central...no son de derecha, derecha son los que estudiaron en Bélgica y EEUU, no los de la Central, cálmense revolucionarios enfermos...

Tal vez le llama la atención mi belleza natural y que estoy sin sombrero, si soy yo, la misma que orgullosamente escribí un articulo en el 2005, en el cual cuento lo difícil que fue usar el sombrero en la U. Central (DOCUMENTO ADJUNTO) y que gracias a este articulo me gane un premio porque cuento sobre la difícil situación de ser INDÍGENA en un país machista y racista como es el Ecuador...ruego a este enfermo que si va a mandar la cadena para difundir esta foto, favor lo haga con la historia que adjunto y la otra foto que tiene que ver con la belleza Salcedense “LA CAMPESINA BONITA”, que gracias a mis fans acabo de descubrir la foto....es más...estoy dispuesta a dar recompensas para recuperar algunas fotos que quisiera tener de mi juventud y que no las tengo...por DIOS ayúdeme a buscar....por ejemplo...la foto de cuando me pinte el pelo de rubia en el primer año de derecho, o la foto de la CHICA QUE DRAMATIZÓ LA NOVELA EL “TUNEL” , y me presenté como el personaje principal en el teatro Prometo de Quito, en el año 1994, usando casi nada de ropa – semi desnuda (como María la amante) donde no se si por actuación, o por ser tan natural – el profesor me dijo “Srta. Tiban Usted se equivocó de profesión, para qué quiere ser abogada si Usted puede ser una gran actriz...tiene 10/10 todo el grupo de representación del “TUNEL”.... tan lindos momentos, que hoy quisiera ver aunque sea en cadena nacional...

¡He dicho!

 

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¿Qué color tiene el indígena?

 

El conflicto de identidad desde una vivencia propia

 

Por: Lourdes Tibán Guala

20 de Octubre 2008

 

 

¿Es fácil identificarse como indígena en una sociedad racista como la nuestra?

 

El presente artículo surge gracias a los comentarios e inquietudes positivos o negativos que las personas hacen sobre la niñez y la juventud de Lourdes Tibán, como una mujer en el escenario público, político y profesional que es ahora, en comparación a la jovencita de 15 años que empezaron a conocer en el cantón Salcedo y en las acciones locales que yo desempeñaba.

Cundo mujeres como la Dra. Nina Pacari o como Lourdes Tibán, y otros compañeros y compañeras, se han convertido en personajes indígenas reconocidas en el ámbito nacional o internacional, no falta por ahí comentarios que acertadamente confirman que en la escuela, el colegio o la universidad, a nosotras no nos conocieron así, usando nuestra propia vestimenta, o auto definiéndonos como indígenas y gritando ante los cuatro vientos que somos indígenas.

En el caso de la Dra. Nina, del Econ. Auki Tituaña, la Dra. Alkamari, el Dr. Ariruma, entre otros, no son nombres con las que se asentaron las partidas de nacimiento, sino que en un proceso colectivo de lucha por la identidad y como una autovaloración a la identidad indígena cada uno en sus momentos cambiaron los nombres originales y retomaron nombres que les identifiquen desde el significado de la identidad indígena. Pero todo esto tiene una explicación lógica de los tiempos y las condiciones en que el colectivo indígena y nostras hemos desarrollado nuestro paso a paso.

En el caso personal, en notas de prensa, en las calles, en las piscinas, en los mercados, en los buses, hoy Lourdes Tibán es tema de comentarios y diálogos permanentes, se dicen cosas lindas que reconocen la capacidad y la gestión de una indígena, pero también existen interrogantes como por ejemplo:

  • a la Lourdes yo le conocí cuando era campesina bonita y usaba jean y mini”

  • a la Lourdes yo le conocí con el pelo ondulado y rubia” “a la Lourdes yo le conocí con zapato de lona”

  • le conozco a los padres ellos si visten así, pero ella ya es preparada, con cuantos títulos que tiene cómo va seguir usando sombrero”

  • donde se ha visto abogada con sombrero, con un terno y arregladita el pelo quedaría mejor que nosotros”

  • ella que va ser indígena si mas blanca que yo es pues”

  • tan bonita que es, como va ser indígena”

  • cierto es que la chica es del páramo pero no tiene cara de indígena”

  • semejante guapa la wambra que va vivir en el campo y lo peor es que quiere hacer creer que es indígena”

  • si fuera indígena debería solo hablar el kichwa y no el castellano”

  • si fuera indígena como va manejar carro, váyase al carajo”

  • si fuera india no usaría zapatos, acaso que los indios usaban zapatos”….ja ja ja.

En fin hay cosas muy chistosas pero al mismo tiempo interesante que me permiten reflexionar el tema de cómo vemos la identidad en cada una de las personas.

Absolutamente ninguna de estas expresiones me molestan, para nada; al contrario me revive mí tan añorada infancia y juventud. Para escribir este artículo, estoy soñando sobre mi pasado y disfruto de mis mejores días del ser wambra (joven); mi primer zapato rojo de charol que usé por primera vez a los 16 años cuando comencé a trabajar; mis mejores días de locura juvenil; la chivería que yo misma disfrutaba; cómo me vestía para salir de la comuna a la ciudad mas cercana como Salcedo y Ambato; no tenía ropa nueva pero me ponía lo mejor que había en casa, aunque ropita usada (jean de trapería) pero limpia, cada mes me cambiaba de peinados con cerquillos, cortes ondulados y colores de cabello…. fue lo más lindo de mi juventud, que si volviera a nacer lo disfrutaría mas todavía, porque hoy valoro mucho mas este pasado, porque gracias a esta faceta de mi vida soy lo que soy, jamás negaré mi pasado, es mi media vida vivida.

Ahora bien, porque todo esto que les cuento? Tiene una sola respuesta. Supuestamente para incorporarme a la sociedad mayoritaria quería dejar de ser indígena cueste lo que cueste, a toda costa quería parecerme o al menos fingir que no soy indígena, a pesar de mi forma de vida comunitaria e indígena.

La autodefinición no es cuestión de horas o días, es toda una convivencia de confusiones, de perdiciones, incluso de despecho causado por la discriminación racial, de preguntas sin respuesta, quién soy, quién y cómo eran mis abuelitos, cómo son mis padres actualmente, como son el colectivo de mi comuna Chirinche Bajo, para qué me puse a estudiar, donde viviré, cómo seré, pensaba hace 20 años atrás, con quien me casaré ¡si hubiera con quien por su puesto! Ja ja ja (si nadie quería casarse conmigo por ser india y pobre)…todo esto me llevó a vivir paso a paso con mil particularidades, a construir mi carácter y una personalidad propia, con muchas ganas de vencer a todos los obstáculos que se aparezca en el camino, hasta que llegas a un punto de auto identificarse y de decir como será la Lourdes Tibán del presente y del futuro? Todo esto siempre recordando el pasado y la raíz cultural en donde se construyen varias facetas de mi vida.

¡A quien le gustaría decir Yo soy indígena y punto! ¿Creen qué era fácil decir soy indígena hace una década atrás? ¿Alguien en la apoca del 80 y 90 nos felicitarían por la autoidentidad de ser indígena?

Tal vez a nuestros grandes lideres que comenzaron a luchar por el derecho a la identidad, a través de la construcción organizativa como la CONAIE (Dolores Cacuango, Transito Amaguaña, Luis Macas, Blanca Chancoso, Ricardo Ulcuando, José Lligalo, Juan Lligalo, Nazario Caluña, José Guamán, José María Cabasacango, Manuel Imbaquingo, Carmen Yamberla, Nina Pacari, Luis Vargas, Aki Tituaña, Luis Maldonado, Miguel Tangamash, Miguel LLucu, entre muchos otros) también se les hizo difícil decir soy o somos indígenas; pero el estar dentro de un colectivo organizativo era a la vez la fuerza colectiva para vencer el miedo y el reproche de la otra sociedad, para dar la cara como indígenas y emprender semejante proceso. Pero, una chica como yo, solita gritando al mundo que soy indígena y respétenme como soy….mínimo estaría en la cárcel por demente…, en cambio ¿a la CONAIE quién iba a llevar a la cárcel? No habría cárcel que alcance, si ya éramos parte de este proceso tal vez millones de gentes identificados con el tema de la reivindicación de los derechos indígenas. Esa es la diferencia entre la lucha individual y colectiva.

No era fácil, ni para mi ni para nadie en esta época de manera individual identificarnos como indígena. Pues, lo indígena era la peor parte dentro de la clasificación de las clases sociales ¡no se si podríamos llamarnos clases sociales! Pues, esta definición de clases antes de la llegada de los españoles no existía, todos éramos iguales, no había ricos ni pobres. Los pueblos originarios antes de 1492 ni siquiera conocían el término indio, este término fue impuesto por los españoles que de manera equivocada pensaron que llegaron a la INDIA, y como una forma de identificar y calificarnos nos dijeron aquí habido INDIOS.

El INDIO para los españoles era sinónimo de analfabeto, cochino, desaseado, ignorante, feo, negro, tacho, oscuro, natural, aborigen, apestoso, bruto, sin pensamiento, sin derechos humanos, borracho, puerco….uufff … los españoles asumieron que no éramos seres humanos, por eso violaron a nuestras abuelas, mataban gente como a perros, nos robaron todas las tierras, nos eliminaron la lengua, mataron la lengua indígena y apunte palo nos dieron el castellano.….fueron los genocidas no solo de nuestros ancestros, sino también de nuestra lengua, identidad y cultura.

Si eso era el indio, porqué debería joderme la vida, si puedo transformándome en blanco o mestizo, vivir bien y sin ser maltratada por la sociedad, es mas, sería amiga de todos, tendría derechos humanos, y sería igual ante la ley…. ¿no es así?

Por un lado, la identidad interna la tenía muy clara toda la vida, conocí a mis abuelitos, viví con ellos, aprendí kichwa con ellos, fui parte de sus usos y costumbres, aprendí de ellos muchos valores que lo práctico hasta la actualidad, pensaba y actuaba conforme mi ayllu y mi comunidad pensaban y desarrollaban su cultura. Por otro lado, la identidad externa estaba jodida, no sabía cómo vestirme, pues, mis tres abuelas hablaban kichwa, usaban anaco de paño, reboso, washkas, y sombrero, pero mi mamá usaba falda y sombrero y el kichwa al igual que mi papá hablaba como segunda lengua.

¿Cuándo comienza mi gran confusión de quién mismo soy? Inicia en representación de mi comuna y de mi parroquia, concursé en 1989 como candidata a reina del cantón Salcedo, denominado la “Campesina Bonita”.

Para entonces, tres años atrás, yo ya trabajaba de empleada doméstica en Ambato, y mi mente ya estaba urbanizándose y acoplando a todo un proceso de mestizaje. Como que sentía vergüenza de ser indígena y comencé a dar pequeños cambios a mi forma de vida. Entonces, para el reinado no sabía como presentarme, con vestido de luces o con vestimenta indígena. Al momento de tomar la decisión no era tan difícil como pensaba, me presente con la vestimenta indígena y tomé la decisión de hablar mi mensaje de entrada en kichwa. Para resumir, en 1989 gané el reinado y me convertí en la primera “campesina bonita” en la historia de las fiestas del cantón Salcedo.

Fue sorprendente, al día siguiente del triunfo del reinado, mi tío Amable me invitó a comer un plato de tortillas con hornado en el mercado de Salcedo. Mientras nos servíamos, la señora vendedora comentaba “bonita estaba la elección de la campesina, bastante gente hubo, lo único que me queda dudas es que la chica que ganó parece que no fue indígena, blanquita y semejante buena moza la wambrita no tenía cara de indígena ni parecía ser del campo”. Mi tío inmediatamente le refuto a la señora y le dijo ¡aquí esta la campesina, ella es mi sobrina y vive en la comuna Chirinche Bajo! La señora le responde “calle mi bonito, usted Sr. Calvache es pues, como va decir que es su sobrina…”

Entre una mezcla de confusiones, decepciones, y al mismo tiempo con muchas esperanzas de vencer a mis propios temores, una de ellas, según yo, de estudiar el nivel superior para “casarme con un licenciado”, decidí viajar a Quito, a estudiar Derecho en la Universidad Central del Ecuador.

Empezando el segundo año fui en busca de una beca estudiantil en la Fundación Hanns Seidel de Alemania – Sede Ecuador. Con solo ver mi parada y mi presentación externa, Armin, un alemán, que luego se convirtió en mi amigo de siempre, me dijo: ¿Qué desea usted o a quién busca?, le respondí, busco a usted y quiero pedirle una beca, él me respondió ¿Srta. sabía usted que aquí damos becas solo a indígenas? Le dije sonriendo – y creo que este dialogo marco mi vida y fue decisivo para mi futuro (se me van las lagrimas porque recuerdo como que si fuera ayer - 1995)- por eso estoy aquí Sr. ¡soy indígena! Me quedó mirando de pies a cabeza, mi respuesta con tanta seguridad creo le asombro, me dijo, sube vamos a mi oficina. Me comenzó a preguntar cosas direccionadas a confirmar mi identidad, hablamos como dos horas mas o menos, dije toda la verdad, solo la verdad, siempre digo aunque para morir siempre debemos decir la verdad. Hasta hable kichwa pero sé que no entendió nada, él apenas hablaba el español.

Armin, se levantó y me ofreció un café y medio pensativo, con dudas me dijo ¡tienes la beca!

Ustedes simplemente no se pueden imaginar la alegría que sentí, como que el mundo me abrió las puertas, no podía leer mi futuro, pero me emocione mucho y me puse a llorar, comprobé personalmente que sí existían emociones contradictorias o encontradas, estuve feliz y llorando….pero Armin me dice ¡no te emociones mucho porque solo te voy a dar por un trimestre! La beca tiene condiciones, te sugiero que cambies de universidad, cámbiate a la Católica, en la Central solo pasan tirando piedras y haciendo huelgas, la Católica cuesta pero no hay paros. La otra condición era comprobar que Lourdes era o no de un proceso organizativo, “tendré tiempo para darte un seguimiento y conocerte quien mismo eres”, luego recién veré si te renuevo la beca, me dijo.

Con mucha seguridad le conteste, de la Central no me cambio, con o sin beca estudiaré ahí, porque ahí estudia el pueblo, yo soy pobre y aunque tenga que amarrarme la barriga me graduaré ahí, la otra condición queda a su cargo investigar.

Después de un tiempo, Armin se enteró que aparte de la beca yo seguía trabajando de empleada doméstica, no se enojo, al contrario le parecía un ejemplo de lucha para la superación y me ayudó a conseguir un mejor trabajo en el Hotel Hilton Colon. Luego de un tiempo, me propuso que trabaje de recepcionista en la Fundación y ahí me quede casi dos años como responsable de becas.

En agosto de 1997 pasé a trabajar de secretaria en el Despacho del Diputado Indígena por la provincia de Cotopaxi, Leonidas Iza. En julio del 98, justo cuando iba a terminar el periodo del Diputado, circuló por el Bloque de Pachakutik, una convocatoria que decía “Becas de Diplomado en Derechos Indígenas y Desarrollo de los Pueblos Indígenas”, ha realizarse en Ciesas – México. Completé los requisitos y aplique. Salí favorecida y viaje a México por casi 3 meses.

Era mi primer viaje fuera del país, sentada en el avión de Taca lloraba como no tienen idea, pensaba que nunca tal vez regresaría a Ecuador.

Ya en México, sigue la interrogante ¿eres o no indígena?

Comenzó las clases del Diplomado, y la interrogante empezó ¿la ecuatoriana es o no indígena? Tanto los estudiantes como los profesores no sabían cómo tratarme ¡que gracia¡ todos los alumnos usaban vestimenta indígena, pero yo no me vestía de indígena, pero siempre llevaba en el cabello la cinta – faja de Pachakutik, porque según yo no era importante la vestimenta sino mi autodefinición como indígena.

Al final del diplomado por mi coherencia en las actuaciones y por mi conocimiento sobre el proceso organizativo y político del movimiento indígena, por fin se convencieron que yo era mas indígena que los que usaban polleras, camisas bordadas o ponchos, pues, en mis expresiones yo decía “nosotros los indígenas”, los otros alumnos decían “los indígenas”, eso significaba que si bien representaban a los indígenas pero no se consideraban indígenas. Desde entonces, lo de la LULU pasó a la historia internacional, y así me hice conocer fuera del Ecuador.

Regresé a Ecuador, a diferencia de algunas personas que salen del país, y regresan copiando todo lo mexicano, lo americano, lo europeo, y quizá ya ni siquiera valoran la riqueza histórica, cultural y la diversidad ecuatoriana, yo regresé totalmente transformada, convencida de quien soy, todas las confusiones de identidad se aclararon, y solo tenía que tomar una decisión y casi estaba decidido.

Que suerte la mía, a mi regreso de México no sabía donde trabajar, pero la CONAIE me dio la oportunidad, aunque gratis pero fui secretaria por 8 meses.

Estando en la CONAIE empecé a cuestionarme, del por qué no hago un esfuerzo y me enfrento con mi vestimenta y probar si la discriminación era tan fuerte como cuando llegué a Quito hace 5 años. Pero como así pasan las cosas, estando en la CONAIE, salí favorecida con una beca en la FLACSO para seguir una maestría en Ciencias Sociales, con mención en Asuntos Indígenas, para lo cual era necesario: hablar lengua indigena y pertenecer a una organización indígena, lo cual yo lo cumplía.

Para entonces yo había cursado el quinto año de derecho para el doctorado, porque para entonces era ya licenciada, y al mismo tiempo comencé la maestría. A las dos semanas que comenzó la maestría, me escapé de las clases y fui a participar en uno de los levantamientos indígenas más grandes del año 99, cuando liderado por el movimiento indígena de Cotopaxi, los indígenas caminamos desde Latacunga a Quito contra las medidas económicas del Presidente Jamil Mahuad.

 

Este hecho fue decisivo en mi vida personal, yo caminé en la marcha a Quito usando un sombrero de mi mamá (porque solo a la Universidad me iba sin sombrero, afuera yo usaba..al Pre universitario llegué con sombrero pero el Dr. Humberto de la Torre que daba introducción al derecho me obligó a sacar en una clase, desde entonces ni siquiera el sombrero pude usar peor la vestimenta). Era tan impresionante la movilización indígena que entraba de sur al centro de Quito, había miles de indígenas multicolores caminando con palo en mano como la única herramienta de defensa. En esta movilización comencé a contar con la presencia de Raúl, los dos habíamos comenzado la maestría en la FLACSO y recuerdo que los dos caminamos, pero con la balacera de las seis de la tarde en el Eplicachima todo el mundo se disperso. Lo único que recuerdo es que uno de los tacos de la bomba lagrimogena me llegó en el sombrero y me caí al suelo, no había lugar para correr, inhalé tanto gas y eso es lo que recuerdo. En todo caso, gracias al sombrero estaba viva.

Después de dos días de faltar a clases regresé a la FLACSO y el coordinador de la maestría, Fernando García, me hizo una llamada de atención, que si la próxima vez faltaba me iba fuera porque una cosa era los estudios y otra la actividad de la CONAIE. Para mi las dos cosas eran interesantes, solo que el estudio era para dos años, y el levantamiento era solo dos días y no me podía perder. Además la cabeza estaba caminando en las calles, y mi cuerpo sentado en las aulas, en ese caso era mejor ser realista y estar con la gente.

Llegó la hora de empezar por el sombrero

Con todo el éxito del levantamiento indígena, y con una autoestima suficientemente justificada, al sábado siguiente decidí irme a Latacunga y compré un sombrero para volver a casa. Resulta que el sombrero que debía devolver a mi mami era negro, pero yo me había aficionado de un lindo color café. Llegue a casa y mi mami me dijo “que lindo sombrero te queda muy bonito”, le dije que si pero que era para Usted porque el suyo le perdí en el levantamiento indígena. Mi mami se probó y me dijo que a ella no le queda el color café, ella siempre uso negro y no le gustaba, así que, decidí quedarme con el sombrero.

Al lunes siguiente, sin pensarlo dos veces, aunque todavía con pantalón, decidí irme a la FLACSO y a la Universidad Central por primera vez con sombrero. Pasar de pantalón a falda fue mas fácil porque finalmente si usaba, pero usar el sombrero como parte elemental de mi personalidad fue la decisión más grande que había tomado.

Como paréntesis, en este proceso de la FLACSO le conocí a Raúl, mi esposo. Más fácil que obtener el título de posgrado fue conseguirme un amigo, compañero y un esposo. Mientras a mi esposo lo conseguí en el primer año, el titulo lo obtuve como a los 5 años.

Cuando llegue a la Universidad Central con sombrero lo único que les vino a la mente de mis panas es que me he convertido en Pachakutik, me decían ya viene la Pacha, se relacionaba la identidad, con la política – Pachakutik, como algo solo de indígenas. En todo caso, llegó el día en que me gradué de Doctora en Leyes, el 21 de abril del 2001. Recién, ahí, cuando mis padres llegaron con su propia vestimenta no les quedó duda alguna a mis compañeros que yo SI era indígena.

Desde aquel día me convertí en una mujer con identidad propia: mujer indígena del campo que salió de la comuna para conquistar con su esfuerzo una profesión, con una identidad recuperada y sin prejuicio ni vergüenza de ser lo que siempre fui.

Lourdes es simplemente eso, la actual Lourdes es la unidad de toda esta vivencia, me siento muy segura, con buenos cimientos, porque viví y probé todo lo que quería probar hasta armar mi propia personalidad y mi forma de ser. La autodefinición de indígena no está solo en el sombrero o en el idioma. El solo usar sombrero o el solo saber hablar kichwa no define lo indígena. Solo como ejemplo: nuestro Presidente Rafael Correa habla kichwa, pero no es indígena; el Fiscal Héctor Vanegas del Guayas usa sombrero pero no es indígena; en cambio muchos a pesar de hablar el kichwa o una lengua materna y pertenecer a un pueblo indígena, simplemente no se autodefinen ni se reconocen como indígena, por eso es que en el censo 2001 solo el 6.8% dicen que son indígenas en el Ecuador.

En conclusión, lo indígena es la autodefinición de uno mismo, es el auto reconocimiento de pertenencia originaria a un territorio indígena, a un origen y pasado histórico, a un proceso de convivencia colectiva con sus propias costumbres, tradiciones y formas de vida. En mi caso personal, con la complejidad que implica ser indígena, lo que antes luché contracorriente para dejar de ser indígena, ahora digo: me autodefino como indígena, y esa soy yo.

Simplemente Lourdes - Lulú

Lourdes Tibán
Asambleísta Nacional Pachakutik

Asambleísta Nacional por la Unidad Plurinacional de las Izquierdas   \"MUCHOS ME ADMIRAN POR MI FORMA DE SER, PERO TAMBIÉN MUCHOS ME ODIAN POR LA MISMA RAZÓN\" “Yo soy como soy y tú eres como eres, co..

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