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Mónica Banegas, vicepresidenta del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, acudió a la Comisión Ocasional de Enmiendas Constitucionales, presidida por el asambleísta Juan Carlos Cassinelli, donde se refirió a la consulta popular, la participación ciudadana y los mecanismos para hacerlos efectivos, así como la comunicación como servicio público.
Al hablar sobre la consulta popular sobre temas de competencia de los gobiernos autónomos descentralizados, manifestó estar de acuerdo con la enmienda constitucional planteada en materia de participación ciudadana en las consultas populares que consta en el artículo 104, incisos tercero y cuarto de la Constitución.
Mónica Vanegas dijo que el planteamiento hecho en la propuesta de enmienda aclara el alcance de la convocatoria para consulta popular y mejora su funcionalidad y aplicabilidad.
Dijo que el derecho a la consulta popular por iniciativa de los miembros de los gobiernos autónomos descentralizados subsiste de manera autónoma, independiente y no ha sufrido restricción.
Igualmente, expresó que es atribución del Presidente de la República y las máximas autoridades de los gobiernos autónomos descentralizados convocar a esas consultas mediante el cumplimiento de los elementos indispensables que enmarcan y legalizan esta iniciativa, así como la propia iniciativa ciudadana.
Con relación a la comunicación como servicio público manifestó que en el Consejo de Participación Ciudadana se halla en pleno concurso de méritos y oposición con veeduría e impugnación ciudadana para seleccionar a las y los defensores de audiencias y de lectores de medios de comunicación.
Esta es una nueva figura en nuestro país, pero de mucha tradición a nivel internacional, su naturaleza es la de ser verdaderos mediadores entre los componentes del sistema de comunicación social, afirmó.
Por último, sostuvo que el debate social y político que se ha iniciado en el país sobre el valor e importancia de los medios es inédito, nunca hasta ahora este debate había superado el ámbito académico o político, hoy es un asunto de interés nacional y que se continúa ventilando en muchos espacios ciudadanos, lo cual es muy saludable para la democracia ecuatoriana.
JLVN/pv
